La costa asturiana es un lugar privilegiado para divisar las diferentes clases de cetáceos que habitan el Cantábrico. Calderones, rorcuales, delfines, zifios y cachalotes son compañeros habituales de aquellos que se adentran en la mar, pero también desde la costa es posible disfrutar de estos animales. A partir de ahora es el mejor momento, pues entre finales de junio y octubre es cuando más cetáceos se concentran en aguas asturianas.
Desgraciadamente, en los ultimos tiempos se viene sucediendo la aparicion de estos animales en las playas. Como por ejemplo el zifio que aparecio muerto en una cala cercana a Luanco. Los zifios son cetáceos marinos, no son delfines ya que forman otra familia de especies; aunque tanto los zifios como los delfines pertenecen al suborden de los Odontoceti, es decir de cetáceos con dientes. Los zifios son magníficos animales muy poco conocidos ya que viven lejos de la costa y su zona de pesca en aguas entre 600 a 800 metros de profundidad; aunque se han registrado inmersiones de hasta 2000 metros de profundidad. Algo prodigioso, ya que al tratarse de un mamífero marino debe respirar aire como nosotros, aguantar la respiración en la larga inmersión y soportar la enorme presión que se sufre a esas profundidades, además de poder moverse en una oscuridad completa. Se alimentan básicamente de cefalópodos, aunque en ocasiones también comen pequeños peces de alta mar .
En los últimos 15 días se han encontrado en la costa de Galicia y Asturias siete ejemplares de cetaceos varados, eran cinco delfines listados, dos delfines comunes, una marsopa y un calderón y un cifio, en Castrillón.
Según los responsables del CEPESMA (Estudio y Proteccion Especies Marinas), la mayoría de los ejemplares pudieron morir en las mismas fechas, por lo que no descartan pudieran haber sido capturados accidentalmente por alguna de las grandes redes de de arrastre. Tambien cabe la posibilidad que la muerte de esos preciosos animales fuesen las basuras, ya que pueden confundir las bolsas de plástico con calamares y terminar sufriendo una indigestión mortal, como ya se ha demostrado en el caso de un zifio encontrado muerto el año pasado en la costa asturiana.
Otros peligros con los que se enfrentan son los choques con las embarcaciones, la contaminacion acustica que aumenta considerablemente el los meses de verano y por el cambio climatico, a causa de él, el fitoplacton se está viendo afectado ya que aumenta la radiación ultravioleta y disminuye la capa de ozono.
No hemos de olvidarnos de la sobrepesca pues la gran cantidad de pescado que se extrae de los mares está haciendo mella en los ecosistemas marinos y los cetaceos notan cada vez más la escasez de alimentos.
Para minimizar estos efectos perniciosos se deben crear zonas acuáticas protegidas y normas internacionales que regulen todas estas actividades humanas. Solo el estudio y legislación garantizará la perpetuación de estas especies.
Hay tres derechos basicos para proteger a estos seres inteligentes:
Derecho a la vida. Hay que proteger el hábitat donde viven, establecer santuarios de protección y no permitir su captura.
Derecho a la libertad. Ningún cetáceo debe de estar en cautiverio, excepto por causas de rescate al hallarse enfermos o heridos hasta su recuperación.
Derecho a no ser torturados ni física ni psicológicamente.
Tres derechos básicos que no suponen gasto alguno para la Comunidad humana y si una riqueza en la biodiversidad de nuestro planeta y en la conservación de los hábitat marinos, con grandes beneficios para la humanidad y todos los seres vivos de este planeta.
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