El iceberg gigante que se desgajó de Groenlandia la semana pasada mandó una nueva «señal de alarma» a los científicos sobre los peligros de un deshielo acelerado de los glaciares de la isla y de una subida catastrófica del nivel del mar.
De una superficie superior a 260 km2 – el inmenso bloque de hielo, deriva hacia el sur desde el 5 ó 6 de agosto y podría bloquear temporalmente la circulación en el estrecho de Nares, entre el oeste de Groenlandia y la isla canadiense de Ellesmere, aunque sin llegar a constituir una amenaza para los grandes mercantes.
Más alarmante, según los expertos, resulta que esta fractura del glaciar Petermann -la más importante registrada en el Ártico en los últimos 50 años- deja entrever unas consecuencias potenciales para el calentamiento en Groenlandia.
El glaciar de Groenlandia retiene suficiente agua congelada como para aumentar por lo menos cinco metros el nivel de los mares en caso de deshielo y las estimaciones sobre su posible subida, de aquí al final del siglo no paran de revisarse al alza.
Hace unos años, el consenso entre las decenas de científicos especialistas del clima groenlandés atribuía gran estabilidad al casquete que se supone conserva su masa de hielo. Los mismos consideran hoy en día que el deshielo, fruto del calentamiento, conllevaría una elevación por lo menos de 50 centímetros a un metro de aquí a 2100, suficiente para sumergir las grandes ciudades costeras y echar a cientos de millones de habitantes de sus casas.
La desintegración del Petermann en el mar es en sí mismo un proceso natural: cientos de glaciares groenlandeses de todas las tallas vierten en los fiordos el exceso de hielo que producen y, de vez en cuando, estas lenguas que se precipitan al agua acaban rompiéndose. Pero esta brecha es excepcional por su tamaño y por otros aspectos más, señalan los especialistas en glaciares. Uno de ellos, su situación, dicen, «Sólo prestábamos atención al sur (de Groenlandia) pensando que no cabía preocuparse por el norte y ya no es cierto: el norte ha empezado a perder hielo al mismo ritmo».
Este gran trozo de hielo ha mostrado un insólito desplazamiento de 1,5 kilómetros en un día, lo que los científicos del Centro de Investigación Polar Byrd, de la Universidad Estatal de Ohio (BPRC)* y del Centro de Información Geoespacial Antártica de la Universidad de Minnesota, consideran un comportamiento «inusual» debido a su rapidez y claridad así como a las condiciones climatológicas de esa zona.
La cantidad de hielo que los glaciares de Groenlandia vierten al Océano Atlántico se ha duplicado en los últimos cinco años, según una investigación de la NASA. Los científicos creen que el deshielo de Groenlandia contribuye en 0.5 milímetros a la subida de 3 milímetros anuales del nivel del mar.
La capa de hielo de Groenlandia ocupa 1,7 millones de kilómetos cuadrados, tiene tres kilómetros de profundidad y una superficie equivalente a la de México. Si el hielo que recubre el país se fundiera completamente, incrementaría el nivel del mar de la Tierra en unos siete metros.
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