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El éxito de las especies invasoras en el Mediterraneo

8 mayo 2011

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Debido a que la invasión de especies amenaza la integridad de los ecosistemas naturales, uno de los objetivos de los ecólogos es desarrollar modelos para predecir qué especies invadirán nuevos territorios y qué zonas se verán afectadas. Se ha demostrado, que los principales elementos que determinan los patrones de dispersión son, por un lado, el clima y por otro, la modificación de los hábitats por la actividad humana. En numerosas ocasiones, la alteración del hábitat crea justamente un microclima al que se adapta la especie invasora.

El Mediterráneo es una de las áreas más afectadas por especies marinas invasoras, albergando unas 750 de éstas, entre las que se encuentran las del género Caulerpa, que crecen rápidamente en los fondos mediterráneos. Diecinueve años después de iniciar su expansión en el Mediterráneo, la Caulerpa taxifolia y la Caulerpa racemosa, han colonizado 12 países, incluidas sus grandes islas, así como las Canarias y otras zonas del océano Atlántico.

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Esta alga crece tanto en aguas limpias como en aguas contaminadas, delante de puntas rocosas batidas por el mar o en calas resguardadas. Poco a poco domina o elimina a las otras algas y afecta sobretodo a las Posidonias. La fauna sufre igualmente cambios importantes, en particular la fauna fija (gorgónias,esponjas…) o poco móviles (erizos…).

La Caulerpa, que es poco, o nada, comida por los peces e invertebrados marinos, es un nuevo tipo de vegetación dominante que no constituye un alimento sustitutivo de las especies que desplaza, empeorándo su impacto ecológico.

Se recomienda que si se detecta una posible colonia se informe a los organismos competentes. NO SE DEBE arrarcar, ni manipular, ya que existe riesgo de provocar una mayor diseminación. Realizar una limpieza de fondos sin control puede ser muy peligroso. Los puntos de denuncia son:

Centro de Estudios Avanzados de Blanes
CSIC (Gerona)
Centro Oceanográfico de Baleares
Instituto de Ecología Litoral de la Comunidad valenciana
Agencia de Ambiente en Murcia.

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Por otro lado, si alguna vez has buceado en el Mediterráneo,  forzosamente tienes que haberla visto, es la Posidonia Ocreanica, el alga autóctona de nuestro mar. También es posible que, aún conociéndola de vista, sepas poco sobre ella. Si quieres mirarla con otros ojos y saber lo beneficiosa que es, lo que aporta y lo que esconde, aquí tienes la información básica para poder apreciarla mejor.

Lo primero que has saber, es que la Posidonia oceánica no es un alga sino una planta (crece en un fondo móvil, o sea arenoso, mientras que las algas pertenecen a fondos duros, o sea rocosos) que solo existe en el Mar Mediterráneo. Sus hojas verdes son largas y aplanadas, pudiendo llegar a medir hasta un metro y medio, y forman grandes praderas en el fondo marino. La media de vida de sus brotes es de unos 30 años. Como plantas verdes que son, las praderas de Posidonia producen una elevada cantidad de oxigeno, indispensable para el desarrollo de la vida; y a la vez fijan CO2, colaborando así a reducir los efectos nocivos del exceso de este gas sobre la atmosfera.

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Su papel en el ecosistema es importantísimo ya que muchas especies encuentran sus nutrientes y su morada en la Posidonia. Una de las propiedades más interesantes de esta planta es que es capaz de multiplicar la superficie del suelo entre 20 y 50 veces. Esto significa que en un metro cuadrado de suelo, los animales y vegetales fijos disponen de 20 a 50 metros cuadrados para establecerse.

Son los rizomas y las hojas que forman una retícula, a veces de varios metros de extensión,  los que ofrecen numerosos escondites y que suele estar cubierta de sedimentos. De hecho, las hojas están recubiertas de pequeñas algas que acceden de esta forma a la luz y de pequeños invertebrados que filtran las partículas en suspensión, estos organismos están fijos en las hojas.

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Asimismo podemos encontrar en las praderas de Posidonia varias especies de estrellas de mar y numerosos erizos que se nutren de esta planta. Los moluscos también tienen aquí su morada y también los pulpos y sepias. Los pulpos viven en agujeros que ellos mismos hacen y las sepias se esconden entre las hojas, cerca del fondo, adaptando su color para asegurarse un camuflaje perfecto. Ambos se alimentan de camarones, cangrejos y peces pequeños. La Posidonia también atrae a numerosos peces (carnívoros y omnívoros) que se alimentan de crustáceos, erizos, moluscos, gusanos… que a su vez sirven de alimento a otras especies.

Esta planta representa para ellos una gran despensa y para algunas especies, incluso, una guardería para sus crías ya que sus rizomas y sus hojas entrelazadas aportan gran cantidad de escondites. Uno de los efectos del follaje de la Posidonia es que frena la masa de agua ocasionando la caída de numerosas partículas en suspensión que sirve de alimento a otros filtradores, como los espirógrafos, las grandes ascidias y algunas esponjas. Las praderas de Posidonia fijan importantes cantidades de sustancias en suspensión en el agua, generando un efecto de depuración y limpieza de las mismas evitando la perdida de arena al disminuir los procesos erosivos.

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Pero la Posidonia oceánica, fuente de vida para muchas especies, está en peligro a causa del alga invasora, Caulerpa. La perdida de estos bosques marinos conlleva el empobrecimiento de los caladeros de pesca, el aumento de la turbidez de las aguas y la paulatina desaparición de arena de las playas. Sus «arribazones» protegen nuestras playas contra la erosión de las olas.

Es sumamente importante proteger las praderas marinas, un riquísimo hábitat en el que se cobija y aparea la fauna marina y que tiene además un importante efecto de depuración de las aguas costeras, asegurando la degradación de la materia orgánica acumulada. Las praderas, además de acoger un importante número de especies vegetales y animales, tienen un papel esencial en el funcionamiento del ecosistema marino costero y por tanto, un altísimo valor ecológico aportando importantes cantidades de sustancias en suspensión en el agua, generando un efecto de depuración y limpieza de las mismas.

La Posidonia protege la playa de la erosión, evita la perdida de arena, aumenta la transparencia de las aguas y enriquece la biodiversidad del medio marino. Por tanto, no son suciedad y solo debemos eliminarlos en verano de las zonas concretas de baño. Conociendo nuestro entorno, llegaremos a quererlo y respetarlo.