Cuando uno piensa en el alquiler de megayates, tiene que pensar que alquila muchas cosas: camarotes VIP, grandes salones, un gimnasio, exteriores con sofás gigantes – tal vez incluso con jacuzzis o una pequeña piscina -, y un jardín acuático inabarcable. Pero además de un cocinero excelente y un servicio digno del mejor hotel, ¿qué más podemos encontrar dentro de un megayate?
Imagínatelo: desde la cubierta superior ves la playa paradisíaca a la que acabáis de llegar con otros cuantos megayates, con su arena blanca, sus cocoteros, el turquesa reflejado por un agua transparente… El capitán echa el ancla (o activa el sistema de posicionamiento dinámico) y la tripulación (al menos los que no están ocupados sirviendo margaritas) empieza a sacar «juguetes» de los garajes bajo cubierta principal: cualquiera de los megayates que sea digno de tal nombre debe llevar a bordo un buen número de ellos, para mayor disfrute de los invitados.
Seguro que estás pensando en algunos: tablas de Stand Up Paddle, equipos de snorkel y buceo, hinchables para remolcar… Pero hay muchos más. Tantos, que los diseñadores y los ingenieros navales cada vez lo tenemos más difícil para encontrarles sitio a todos ellos dentro del casco; porque los yates cada vez son más grandes, pero la lista de juguetes crece aún más rápido.
Las motos de agua son un clásico, por supuesto: fáciles de manejar, divertidas, potentes. Se pueden disfrutar solo o en compañía.
Imprescindibles para bajar a tierra, todo megayate que se precie llevará por lo menos un par de “tenders» (lanchas auxiliares). Las hay de muchos tipos en función de su uso: las de corte clásico, para llevarte con elegancia hasta el pantalán del restaurante; las limo tender, auténticas limusinas flotantes con todas las comodidades; o lancha rápidas y versátiles.
Algunos apuestan por las lanchas tipo «speedster»: pequeñas y rápidas, ideales para hacer esquí, remolcar hinchables y, por qué no, echar alguna carrera.
En un rango parecido hay juguetes menos conocidos. Como este Quadski, un anfibio al que seguro le encuentras utilidad:
[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=FIzOcJwQ7WA[/youtube]
Lo último para llevar a bordo de los megayates es el Quadrofoil, un hydrofoil en toda regla de características similares a las de una moto de agua, y que parece igual de sencillo de manejar – aunque estaría enfocado a un uso algo más relajado.
Sus especificaciones son:
* Capacidad para dos personas
* Motor fueraborda 100% eléctrico (y por tanto silencioso)
* Velocidad máxima de 21 nudos (con el motor de 5,5 kW)
* A 6 nudos ya se levanta sobre los *foils*
* Batería con autonomía para 54 millas
* Calado: 1 m (solo 15 cm en la posición sin desplazamiento)
* Construido en composites (los *foils* son de aluminio)
* Peso aproximado: 150 kg
* Puede navegar en olas de hasta 0,5 m de altura
Los «foils» son similares a los que llevan los nuevos IMOCA y los AC45. Este tipo de «foil» se comporta muy bien en caso de colisión: en parte la absorbe, y flexa y se levanta por lo que el barco sigue navegando sin pérdida de velocidad apreciable. En el caso del Quadrofoil, además, si el impacto es fuerte el “foil» rota en su punto de anclaje para evitar daños en el casco.
El fabricante (curiosamente, esloveno) asegura que a bordo no te mojas.
En futuros artículos os iremos presentando otros juguetes para disfrutar cuando te decidas a buscar en google «alquiler de megayates»: cada temporada nos traen nuevos, cada vez más originales, más emocionantes, más exclusivos.
Y a ti, ¿cómo te gustaría divertirte a bordo de un megayate?