¿Te suenan de algo Amundsen y Kara? Es bastante probable que no pero no te culpes, es bastante normal. No son las nuevas estrellas del mundo del futbol ni ocupan minutos en los telediarios de cualquier cadena. No obstante, quedaros con estos nombres ya que son mucho más importantes de lo que nos gustaría.
Amundsen y Kara son el nombre de dos mares, que están siendo los protagonistas de uno de los sucesos que más nos pueden impactar a lo largo de nuestras vidas.
Aunque parezca que no venga a cuento, sólo apuntar un dato. Escribo esto, desde España, en el mes de diciembre, en manga corta y sin calefacción en la redacción.
El Mar de Amundsen se encuentra en la Antártida, a más de 1.500 millas del mítico Cabo de Hornos que navegantes oceánicos como Armel Le Cleac’h, Alex Thompson o Jean-Pierre Dick lucharán por pasar en las próximas semanas durante la Vendée Globe.
El Mar de Kara se encuentra en el Ártico, lindando con Siberia y agrupado dentro del Océano Glacial Ártico. Un mar que es el aire acondicionado de Europa.
Amundsen y Kara, que normalmente pasan alrededor de nueve meses al año, incluso más, completamente congelados, ahora están viviendo un momento muy “hot”.
Como en todo “calentón” las cosas no pueden ir más que a peor. Lo único que lo remedia es una buena sesión de frialdad para intentar que todo vuelva a la normalidad. El problema es que, por ejemplo, Amundsen lleva años calentado, empezando a notarse sus efectos y parece que ya no tiene ganas de dialogar…
Debido al deshielo de sus glaciares el aumento del nivel del agua empieza a ser evidente en algunos paraísos como en el país polonésio de Tuvalu, que debido a está desdicha ya han llegado a un acuerdo con Nueva Zelanda para que acoja a sus habitantes cuando se hundan.
El Mar de Kara se ha sumado a este mosqueo de la tierra y ha llegado a incrementar su temperatura media en invierno hasta 4 grados centígrados, midiéndose niveles mínimos históricos de hielo.
Como dato, comentar que durante los inviernos árticos el grosor medio del hielo en el Mar de Kara es de 64 centímetros y durante el pasado invierno, esa medición descendió hasta los 10 centímetros.
La consecuencia es directa y sobrecogedora. El norte de Africa y el sur de Europa sufrirán cada vez más de un importante aumento de temperatura.
¿Realmente queremos fundir los fusibles de nuestro planeta, sabiendo que no hay recambios?
Consultor experto en Turismo Náutico y deportes de agua. Director del portal Nautical News Today, presidente de la Fundacion Water Sports Plastic Free, presidente del Consulado Internacional del Mar y miembro de la Asociacion Española de Periodistas Náuticos. Colaborador del ABC de la Vela, Onda Vasca, Cadena Ser. Promotor de eventos náuticos y viajes náuticos. Desarrollo proyectos náuticos a nivel global trabajando activamente con empresas y promotores de eventos náuticos.