La vaquita marina es un cetáceo conocido científicamente como Phocoena sinus de alrededor de 1,5 metros y alrededor de 50 kg de peso. Es el cetáceo más pequeño del mundo y una especie de marsopa de las más amenazadas de extinción en nuestros mares.
Endémica de del Golfo de California en México, la vaquita marina no existe en ninguna otra parte del mundo por lo que es una gran responsabilidad para el país que no desaparezca del planeta.
Apenas quedan 60 ejemplares, por lo que los trabajos en su conservación deben ser muy eficientes para que no se trate del segundo cetáceo extinguido tras el delfín chino de rio. Ahora el gobierno de Mexico ha logrado el apoyo de los 182 países dignatarios de la Convención sobre el Comercio Internaciones de Especies Amenazadas (CITES) para salvar a la vaquilla marina.
La propuesta mexicana aspira a poner fin al comercio de totoaba, un pez del Golfo de California muy cotizado en China y Hong Kong porque se le atribuyen supuestamente propiedades medicinales a su vejiga natatoria, y que se captura con una redes de pesca que también atrapan a las vaquitas.
En el documento aprobado, México, EEUU y China, los tres países implicados en el comercio ilegal de la totoaba, se han comprometido a interceptar estos cargamentos ilegales y a perseguir a los responsables del tráfico de esta especie. Así pues, se espera que como consecuencia, en el plazo de un año comiencen a verse progresos en la recuperación de la vaquita marina.
Anteriormente ya se creó una campaña en 2005 en México de protección de la vaquita marina creando un refugio, prohibiendo en él la pesca comercial, y se invirtió más de 30 millones de dólares para compensar a los pescadores y promover el el uso de otros métodos de pesca, ya que las redes son uno de sus peores enemigos. Además, formó un equipo científico internacional para estudiar su población, ritmos reproductivos y hábitat de estos animales. Sus miembros por entonces eran optimistas en los resultados esperando un aumento de ejemplares de un 4% anual, aunque no funcinó y hubo un descenso del 18,5% en sólo un año. Este descenso se debió a la pesca ilegal.
La muerte de la vaquita marina es un daño colateral: su carne no tiene ningún valor comercial o algún uso. En cambio, el pez totoaba, también endémico de la región y que queda atrapado en las mismas redes, es altamente codiciado entre los pescadores. Su vejiga natatoria se exporta ilegalmente a China a través de Estados Unidos. Un kilogramo del producto puede costar unos 8.500 dólares y es preparado en sopas como un afrodisíaco y remedio medicinal.
Editora del portal online Nautical News Today. Licenciada en Ciencias Medioambientales y especialista en recursos renovables.