Anne Quèmèrè ya ha recorrido mas de la tercera parte de su ruta en el Pacifico

Habiendo partido hace un mes de Lima para llegar a Tahití, Anne Quéméré ha recorrido más de la tercera parte de su travesía (1 624 millas). Desde hace algunos días, sin embargo se ha encontrado con algunas serias dificultades. El cable de comando de estribor que une la barra transversal al azafrán del timón cedió y el de babor muestra signos de desgaste.  Anna ya no puede maniobrar el azafrán con los pies.  Ha decidido bloquearlo siguiendo un ángulo que le permita al kiteboat seguir una ruta recta. A pesar de esta pérdida de maniobrabilidad, puede avanzar en promedio 40 a 50 millas por día hasta el archipiélago de las Tuamotu.

Como las preocupaciones no vienen solas, desde hace una semana, Anne ya no dispone de ningún medio para comunicarse por satélite con su equipo, ni por teléfono ni por mail. Un problema aparentemente de la red. Una completa soledad para Anne en un contexto difícil.

Frente a este problema de comunicación momentáneo, su equipo entró en contacto con el MRCC (Centro de Coordinación de Rescate Marítimo) para que las naves situadas en la zona del kiteboat efectúen una vigilancia VHF y den cuenta de cualquier información.  Paralelamente, los homólogos peruanos del MRCC notifican a las raras embarcaciones comerciales que navegan por ese sector.  Finalmente, las redes de navegantes aficionados se encuentran activadas así como los contactos del grupo Adrien, socio de la travesía.

Anna tiene aún un recorrido por hacer antes de llegar a las islas Tuamotu, la parte más delicada de la travesía.  Antes de su partida, la navegante y su orientador habían previsto eventuales problemas de comunicación. Así que ella sabe exactamente como entrar en el archipiélago y salir sin ayuda externa.

De aquí a ese momento, las cosas pueden mejorar.  El optimismo y la confianza siguen vigentes..¡A pesar de estas dificultades, no hay que preocuparse por el momento!  Anne no está en peligro.

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