Durante estas últimas semanas un buen número de transeúntes de la ciudad escocesa de Glasgow se han llevado un buen susto al ver como un autobús amarillo se dirigía directo hacia el río sin variar ni su velocidad y su rumbo. Pensaban que estaba a punto de ser testigos de una desgracia cuando se percataban, boquiabiertos, de que el bus no solo no se hundía en el agua, sino que seguía tranquilamente su camino por el agua. Tambien en Holanda disfrutan de una ruta por la ciudad de Rotterdam, primero al modo «tradicional» y luego surcando las aguas.Este anfibus desarrollado por la firma holandesa DATV (Dutch Amfibious Transport Vehicles), cuenta con un chasis típico de este tipo de vehículos, que sustenta una carrocería con funciones similares a las del casco de una embarcación. Puede circular por carretera a una velocidad máxima de 100 km/h gracias a un motor Volvo de seis cilindros, y desplazarse por las aguas fluviales a unos 8 nudos (15 km/h) gracias a un motor diesel auxiliar. Una vez en el río, el autobús se propulsa mediante dos toberas de chorro de agua y el conductor deja de lado el volante para dirigirlo con un mando tipo joystick.
Apenas se diferencia de un autobús normal, y puede transportar hasta 48 pasajeros. Pesa 15 toneladas e incorpora sistema de climatización, pantallas LCD en los respaldos de los asientos, un W.C. y 50 chalecos salvavidas. En carretera acciona las ruedas traseras pero también se puede encargar un Amphicoach con tracción integral. Los autobuses cumplen con todas las normativas europeas en materia de seguridad, tanto de carretera como marinas, con un innovador sistema que impide el hundimiento. ¿Alguien da mas?
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