Desde que se comenzó a tener conciencia del cambio climático, que se han realizado numerosos test, simulaciones y especulaciones sobre que podría ocurrir con los aumentos de temperaturas.
En este año, uno de los más cálidos anotados desde que se tienen registros reales, podemos echar mano de la paleoclimatología para decir que el comportamiento de los océanos no ha sido el mismo que el de hace 130.000 años en que se alcanzaron las mismas temperaturas y deja incuestionable el tema del cambio climático. Este tema se convirtió también en uno de los temas estrella de la Cumbre de París de diciembre de 2015 en que la intención fue que los firmantes llevaran a cabo políticas de mitigación y reducción de emisiones. Además, se fijó como objetivo que a final de siglo, la temperatura global no supere los dos grados.
Durante ese periodo de tiempo entre glaciaciones del Cuaternario, fue la última vez que la Tierra tuvo una temperatura similar a la actual, el mar subió unos ocho metros de media y los registros fósiles estudiados por el Servicio Geológico de Estados Unidos son la prueba de ese fenómeno. Los fósiles hallado de este periodo geológico, se encuentran entre los 8 y los 24 de metros de altura del nivel del mar.
En este estudio participa un científico europeo, el profesor de Biología de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria Joaquín Meco, es por ello que el Servicio Geológico Estadounidense se ha fijado en Canarias además de hallarse capas fósiles que acreditarían el nivel del mar entre las glaciaciones de hace 481.000 y 130.000 años.
El profesor Joaquín Meco ha explicado que si la historia del planeta se examinara a través de una gráfica de temperaturas, esos dos momentos del Cuaternario serían los únicos que mostrarían picos por encima de los niveles medios que hoy marcan los termómetros en todo el mundo.
Este investigador, que lleva toda su carrera trabajando en el estudio de los paleoclimas marinos, subraya que para que todos los océanos del mundo se situaran hace 130.000 años unos ocho metros por encima del su nivel actual, tuvieron que fundirse todos los hielos de Groenlandia y una parte de la Antártida.
En la actualidad se calcula que sí se derritiera todo el agua acumulada en forma de hielo del planeta y se calcula que llegarían a los 55 metros. Hay que tener en cuenta que solamente con el agua acumulada en las grandes cordilleras como el Himalaya, Los Alpes… el nivel del mar aumentaría medio metro, a lo que hay que sumar la de los polos.
A parte del estudio en cuestión, existen otros muchos estudios que corroboran esta tesis como en otra zona de estudio en Antártida que se estima que las tasas actuales de cambio climático podría provocar inestabilidad en un glaciar antártico importante, llevando en última instancia a una subida del nivel del mar de más de 2 metros. Ésta es la conclusión de un nuevo estudio que analiza el futuro del glaciar Totten, un importante glaciar en la Antártida, que drena en una de las áreas de hielo más grandes del mundo, la plataforma de hielo de la Antártida Oriental.
A quienes una subida de los mares de casi 55 metros les parezca una exageración, Joaquín Meco recuerda que el agua ya se elevó 120 metros desde la última glaciación, ocurrida hace 20.000 años y la temperatura no había subido tanto como ahora.
En otra zona de estudio en Antártida se estima que las tasas actuales de cambio climático podría provocar inestabilidad en un glaciar antártico importante, llevando en última instancia a una subida del nivel del mar de más de 2 metros. Ésta es la conclusión de un nuevo estudio que analiza el futuro del glaciar Totten, un importante glaciar en la Antártida, que drena en una de las áreas de hielo más grandes del mundo, la plataforma de hielo de la Antártida Oriental.
Los científicos no tienen ninguna duda que esto va a ocurrir, aunque la única incertidumbre es, ¿cuándo va a suceder? también, ¿a qué ritmo? y sobre todo ¿podrá la cumbre del clima de París hacer algo para amortiguar este cambio?
Editora del portal online Nautical News Today. Licenciada en Ciencias Medioambientales y especialista en recursos renovables.