Se acercan las Navidades y con ellas, las temidas cenas o comidas de empresa. Y temidas con razón!!!
Normalmente es un «marrón» organizarlas y siempre suele tocarle al nuevo o a la secretaria de dirección que no logra hacer bajar la bandeja de entrada de su mesa.
La experiencia me ha hecho vivir este tipo de eventos de empresa desde prácticamente todos los puntos de vista y con sinceridad, en pocas veces se logra el objetivo de este tipo de reuniones de empresa.
¿ Y cual es el objetivo ?
Pues unificar el equipo, sorprenderlo, mimarlo y felicitarlo por la labor hecha a lo largo de un largo año de trabajo. Y más en un año como el que nos ha tocado vivir donde el que más o el que menos a tenido que apretar los dientes para tirar hacia delante.
Creo interesante el poner en conocimiento de empresas y grupos de trabajo una forma diferente, alternativa a la convencional, de poder, al fin, disfrutar de una cena de empresa relajada, distendida y divertida.
Los barcos son espacios singulares donde el entorno puede cambiar continuamente, totalmente desaprovechados que permiten experimentar eventos impactantes y con un retorno positivo entre los asistentes al evento.
Los tipos de barcos son tan variados como las particularidades de cada grupo. Existen catamaranes, con doble cubierta y muy versátiles. Su principal aspecto es que son amplios con una cubierta cerrada y otra en forma de gran terraza donde se pueden generar múltiples actividades como conciertos, actuaciones de cómicos y presentaciones.
También son destacables los yates clásicos, construidas en maderas nobles donde tan solo poder acceder a su interior ya supone una experiencia histórica. Son barcos que muchos de ellos han pertenecido a la realeza y que ahora están a disposición de todo aquel que quiera disfrutar de ellos.
Goletas turcas, mediterráneas y clásicas son otros de los barcos que se encuentran en los principales puertos de nuestros litorales a la espera de propiciarnos unas veladas inolvidables.
Muchos de vosotros estaréis pensando «si, si, muy bonito pero a partir de marzo que ahora en invierno seguro que nos pelamos de frío». El ingenio y la tecnología han ayudado a terminar con esta creencia. La llegada al mercado de los calefactores de exterior y los cerramientos acristalados permiten disfrutar de las cubiertas «terraza» de los barcos tanto en invierno como en verano.
El punto fuerte de la realización de este tipo de eventos corporativos en barcos es la proactividad hacia la integración e ínter relación del grupo de trabajo, la ruptura de los protocolos encorsetados y la facilidad de generar un ambiente distendido donde los invitados van a ser los que no querrán que se acabe la velada en vez de estar deseando de que se «pida la cuenta».
Otro mito. Esto debe ser tremendamente caro. Error !
Evidentemente si elegimos un megayate con más pantallas planas que en la gala de la MTV, el evento nos puede salir por un pico pero para poder disfrutar de un barco de más de 30 metros de eslora, doble cubierta, cena corporativa y servicio de copas no es necesario gastarse más de 80 € por persona por término medio, dependiendo del barco que queramos elegir.
En definitiva, que tienes? Una velada con un barco en exclusividad, que fortalece la imagen de empresa, un cena de alta calidad al gusto y una discoteca flotante para tomar tus copas, todo en uno y con un «feed back» para la empresa de gran valor corporativo.
Si queréis complementar esta información y puntualizarla para alguna ciudad o zona en concreto, os podéis dirigir a SBR Events & Incentives, pertenenciente al Grupo Navega que lleva una década especializada en la proyección y desarrollo de eventos e incentivos náuticos para empresa estando presente tanto en España como a nivel internacional.
Editor especialista en el deporte de vela, tanto en vela oceánica como en vela ligera y olímpica. Colaborador de prensa deportiva a nivel nacional.