Debido a las grandes persecuciones por parte sobre todo de la armada española a los piratas, en 1638 deciden organizase formando la Cofradía de los Hermanos de la Costa. Esta organización duró hasta el año 1700.
La Cofradía de los Hermanos de la Costa, surge por necesidad de organización y apoyos entre los piratas que “trabajaban” por la zona del Caribe y su sede, como no podía ser otra, se fijó en Isla Tortuga. Tal asociación se llamaría originalmente Confederación de los Hermanos de la Costa estableciendo un código básico y en ocasiones brutal, el cual a su vez mantenía un fuerte poso equitativo; es debido a ello por lo que se considera en ocasiones como una cooperativa autogestionada.
Como toda sociedad, tenían sus leyes. Pero no eran leyes escritas sino que eran más bien acuerdos generales al que todos se sometían para proteger su libertad individual. Estaban ligados únicamente por la conciencia de su hermandad y no había ni jueces ni tribunales, únicamente una asamblea formada por los más viejos filibusteros. Las principales normas eran cuatro:
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Se prohibía todo prejuicio de patria o de religión
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Quedaba prohibida la propiedad individual. Esto se refería a la propiedad de tierra en la isla.
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La Cofradía no podía inmiscuirse en la libertad personal de cada uno. Las cuestiones individuales se resolvían personalmente. No se obligaba a nadie a partir en una expedición pirata. Se podía abandonar la Hermandad en cualquier momento.
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No se admitían mujeres blancas libres en la isla. La prohibición se refería exclusivamente a éstas y se adoptó para evitar riñas, discusiones y odios. Sólo podían vivir en la isla mujeres negras y las esclavas.
Todos los miembros eran iguales entre sí e incluso disponían de una tabla de Indemnizaciones para compensar a quienes resultaban lisiados, una especie de mutua de accidentes de la época. Era tal la fraternidad existente entre los Hermanos de la Costa que, antes de entrar en combate, cada bucanero se conjuraba con un compañero y en el caso de que uno resultase muerto en la lucha, el otro se convertía en su heredero.
Estaba establecido que una vez conseguido el botín se ponía en común con la Cofradía de los Hermanos de la Costa para proceder al reparto. Se estipulaban castigos para aquellos que intentaran quedarse con parte del botín antes de repartirlo con el resto y también se establecían premios para aquellos que divisaran una presa, el primero en abordar el barco…. y este premio solía ser la posibilidad de elegir una pieza del botín.
Editora del portal online Nautical News Today. Licenciada en Ciencias Medioambientales y especialista en recursos renovables.