Cómo comprar un barco para la pesca deportiva

Consejos para comprar un barco 

Todos los amantes de la navegación queremos comprar un barco, sea un velero o un barco a motor, nuevos o de segunda mano, pero antes de decidirnos deberíamos repasar algunos consejos para no llevarnos ningún disgusto en la adquisición de la embarcación de nuestros sueños.  Rodman, Starfisher, Faeton, Quicksilver y muchas otras, son marcas que expiden embarcaciones para la pesca al curricán pero, cómo elegir entre tal variedad.

Este artículo pretende orientar a los interesados en comprar una embarcación para la pesca al curricán, pero también es aplicable a cualquier otro navío. La adquisición de una embarcación debe hacerse de forma meditada, pues supone un importante desembolso económico. A la hora de comprar el mejor barco barco hay que plantearse varias cuestiones:

• Finalidad de la embarcación.
• Frecuencia de uso.
• Presupuesto disponible para su adquisición y posterior mantenimiento.
• Titulación requerida y trámites administrativos.
• Disponibilidad de amarre.

¿Velero o barco a motor?

Aunque se puede pescar al curricán desde un velero, no es la embarcación más adecuada para este menester. Las lanchas son más apropiadas por su manejo más sencillo y mayor velocidad y espacio. Son preferibles las de fibra, pues la madera requiere un mayor mantenimiento.

Existe una amplia gama de embarcaciones para el curricán, desde las más equipadas, con precios altos y costosas, excelentes para la pesca de altura, hasta aquellas más modestas y menos caras con precios más bajos, óptimas para el curricán costero, pero todas, como mínimo, deben tener:

• Motorización acorde con la embarcación, que permita acceder al lugar de pesca con rapidez o escapar de un temporal imprevisto.
• Una bañera amplia en la zona de popa, con una borda no muy alta o una portezuela que facilite la recuperación de grandes piezas, y un sistema de drenaje que expulse el agua.
• Tener varios portacañas en las bordas de la bañera.
• Un habitáculo interior donde estivar el material de pesca.
• Disponer de emisora, sonda y GPS para tener a mano las cartas náuticas actualizadas.

¿Comprar o alquilar un barco?

El gasto económico que supone adquirir una embarcación y su mantenimiento, ha hecho florecer el mercado del alquiler de barcos que, a precios competitivos, ofrece la posibilidad de disfrutar de una embarcación sin tener que asumir un gasto elevado.

El alquiler es la mejor opción cuando se va a utilizar la embarcación de manera esporádica. En cambio, si se pretende salir con frecuencia, es preferible la compra.

Una tercera posibilidad es compartir barco. Consiste en la participación de varios accionistas en la compra de la embarcación y el tiempo que cada uno de ellos hará uso de ella depende de las acciones adquiridas.

Presupuesto disponible

La adquisición de una embarcación supone unas partidas de gastos, iníciales y posteriores, que deben tenerse en cuenta al elegir el barco:

• Precio de compra más IVA.
• Impuesto de matriculación de la embarcación para embarcaciones nuevas.
• Gastos de equipación del barco.
• Transporte desde el lugar de origen hasta el destino solicitado.
• Coste de los trámites administrativos en la compra de embarcaciones.

Gasto anual aproximado del 10% del importe inicial en concepto de amarre, seguro, varada, mantenimiento y reposición del material deteriorado.

La eslora repercute sobre estos conceptos, por lo que hay que ajustar aquella a las verdaderas necesidades que se tengan, sin que afecte a la seguridad.

Comprar un barco de segunda mano

La compra de una embarcación de ocasión tiene las ventajas de su precio sensiblemente inferior, la exención del impuesto de matriculación, menos trámites burocráticos y un IVA reducido. Por contra, no suele haber garantía y, a veces, un mayor número de reparaciones que aumenta el coste sensiblemente.

Cuando se compra un barco de ocasión hay que comprobar:

• El buen estado de la embarcación, revisándola mediante un profesional de confianza.
• Que la I.T.B. esté al día, toda la documentación en regla y el barco despachado para la categoría que interesa.
• La vigencia y condiciones del seguro y la posibilidad de trasmisión si lo solicita el comprador.
• Que no tenga pagos pendientes ni esté sujeto a hipotecas o embargos.
• Su comportamiento en el mar.

Título náutico requerido y trámites administrativos

Según la eslora de la embarcación y la distancia de tierra a la que se quiera navegar se precisará de una titulación u otra. Cada año se convocan los exámenes de capacitación para los diferentes títulos náuticos y existen academias que imparten las materias y realizan las prácticas requeridas.

Titulaciones náuticas de recreo existentes:

• Capitán de Yate
• Patrón de Yate
• Patrón de Embarcaciones de Recreo (PER)
• Patrón de Navegación Básica (PNB)
• Licencia de Navegación
• Patrón de Moto Náutica «A»
• Patrón de Moto Náutica «B»
• Patrón de Moto Náutica «C»*
• Autorización federativa**

* Títulos que se obtienen a través de las Federaciones náutico-deportivas de motonáutica y de vela, así como las escuelas náuticas de recreo.

** La autorización federativa no podrá expedirse a partir de la entrada en vigor del Real Decreto 875/2014. Las autorizaciones existentes podrán renovarse o bien canjearse por la licencia de navegación (deberán realizarse 4 horas prácticas).

Los trámites burocráticos son más complejos al comprar embarcaciones nuevas que de ocasión. Es preferible contratar un asesor náutico que realice todas las gestiones pertinentes.

Disponibilidad de amarre

La compra de un amarre no es nada fácil, dada la diferencia entre oferta y demanda. El amarre puede comprarse o alquilarse a un particular o a un puerto deportivo. La compra al club náutico suele requerir una cantidad adicional a fondo perdido en concepto de cuota de alta como socio.

Recuerda que es conveniente que el puerto escogido tenga un buen servicio técnico tanto si vamos a alquilar un amarre como su compra.

¿Qué marca y modelo de embarcación elegir?

Existen marcas reconocidas por la calidad de sus embarcaciones, pero siempre hay que preguntarse si compensa pagar un sobreprecio para el uso que va hacerse del barco. Más complicado es elegir el modelo de barco que necesitamos comprar con relación a sus prestaciones, a menudo, oferta el mismo astillero.

El sistema más fiable es la consulta de revistas especializadas, en donde probadores profesionales realizan análisis exhaustivos de los diferentes modelos y detallan de manera clara y objetiva las características de la embarcación, de manera que el lector puede comparar los diferentes modelos.

Un último aspecto a considerar es su aceptación en el mercado, de cara a una hipotética venta futura. Una marca reconocida por su calidad y con numerosas unidades vendidas tendrá siempre un comprador potencial.

Las ferias náuticas e internet

Los salones náuticos son una ocasión propicia para adquirir una embarcación nueva. Los principales distribuidores instalan sus stands, donde exhiben novedades, y están atendidos por personal que asesora y resuelve las dudas de los posibles clientes. Ello permite comparar todos los barcos en un mismo lugar. Además, es posible aprovechar las ofertas y descuentos que siempre aparecen en estas muestras.

Existen bastantes páginas de internet que permiten comparar embarcaciones y precios sin salir de casa y concertar una visita con distribuidores o particulares para ver el barco in situ.

La embarcación, un disfrute, no un problema

La elección del barco por el interesado debe ser un compromiso entre el pretendido uso del mismo y su capacidad económica, contrastando la opinión de profesionales y comparando marcas, modelos y condiciones de pago.

Como consejo, hay que tomarse su tiempo en comparar barcos para comprar, ver sus características y muy importante, la opinión de los especialistas y además que sean varias. Por norma general, una «Super oferta para comprar un barco» esconde algún problema, ten cuidado con este aspecto recordando que el mundo de la náutica es muy de compañeros y grupos reducidos de amigos, así que las verdades ofertas en la venta de barcos se quedan sin salir al mercado la mayoría de veces.

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