Desde el descubrimiento del cáncer, la comunidad científica había dado por sentado que la posibilidad de que éste se contagiara era muy remota. Sin embargo, nuevas investigaciones están disparando las alarmas e instalando nuevos debates entre la comunidad científica.
La Universidad de Columbia, Nueva York, ha realizado una investigación que logró detectar diversos tipos de células cancerígenas en el agua del mar, las cuales pueden ser infecciosas para el ser humano. Esta investigación fue publicada en la prestigiosa revista Nature, el informe revela la aparición de un cáncer infeccioso en tres tipos distintos de moluscos: unas variedades de mejillón, berberechos y almejas, ubicadas en las costas de España y Canadá.
Por ahora el estudio no ha encontrado ninguna relación directa entre esas células cancerígenas y un posible contagio para el ser humano. Aún así, ya se prevé que ciertos estudios futuros se enfoquen a este tema en concreto.
Durante la investigación, los científicos vieron que las células del cáncer encontradas en esos moluscos pertenecían a especies diferentes, sin embargo, no pudieron encontrar ningún resto de dicha especie en cuestión. Según las declaraciones de uno de los líderes del estudio, Stephen Goff: “todo esto asentó la hipótesis de que la transmisión de las células cancerígenas contagiosas es un fenómeno generalizado en el medio marino, con múltiples linajes independientes en el desarrollo de muchísimas especies marinas”.
Según Goff: “es sorprendente la habilidad de estos tumores para adquirir nuevos fenotipos, que permitan su propia supervivencia y propagación”.
El siguiente paso de la investigación es tratar de detectar el origen de las células dañinas y analizar la posibilidad de que el cáncer infeccioso pueda contagiarse a una tercera especie, como podría ser al ser humano.
En este caso, donde las células cancerígenas provienen del exterior, se cree que sí las defensas inmunes funcionan correctamente, el cuerpo no tendrá demasiados problemas en eliminar a este “agente desconocido”. Sin embargo, en el caso de los moluscos, al tener un sistema inmune primitivo quedan expuesto de manera directa a cualquier infección tumoral.
“Por ahora, uno sólo se debería de preocupar si fuera un molusco, pero esto no deja de ser una alerta de que los cánceres infecciosos sí que existen y que, a partir de ahora, habrá que prestarles atención” añade Goff.
Este nuevo estudio se suma a otras investigaciones que en los últimos años están sacando a la luz evidencias de la transmisión de células cancerígenas entre individuos de una misma especie, como en el famoso caso de los tumores de los demonios de Tasmania, los cuales se transmiten por mordidas entre individuos.
Comunicadora colaboradora de Nautical News Today especializada en medio ambiente marino, biología marina y ciencias del mar.