Cuando se está navegando uno de los requisitos fundamentales es conocer los vientos y como nos van a afectar en nuestra ruta.
Los vientos se pueden conocer mediante la predicción meteorológica, pero tenemos unas amigas, las aves, que a falta de mejores predicciones, nos pueden ayudar en este trabajo.
No debe ser una sorpresa que a través de las aves que vuelan sobre el mar los resultados de las predicciones del viento sean más precisas que las de los satélites o los anemómetros a la hora de obtener una imagen de vientos a baja altura sobre los océanos.
Yoshinari Yonehara y su equipo de la Universidad de Tokio, las Universidades de Nagoya y Hokkaido en Japón, la Universidad de Honolulu en Hawaii, y la Unversité de La Rochelle en Francia han realizado un informe de las trayectorias de vuelo de las aves marinas que pueden complementar los datos de viento en la superficie del mar existentes, proporcionando información muy precisa y rápida sobre la velocidad del viento.
Los dispositivos tradicionales como la manga de viento sólo muestran la dirección del viento, y una idea de su velocidad, mientras que los anemómetros, dan unos datos más precisos.
Hay un método moderno utilizado para estudiar los vientos sobre la superficie del mar con la ayuda de satélites mediante un dispositivo llamado dispersómetro. En este método los pulsos de microondas, que son las ondas de radio de longitud de onda muy cortas, son enviados a la tierra desde un satélite y se detectan los impulsos reflejados. Pero el método mediante satélite envía los pulsos a un área sólo dos veces al día y las boyas también están muy separados. La imagen creada es por tanto no muy detallada y los cambios en los vientos podrían pasarse por alto. Otra dificultad es que en las zonas costeras la topografía afecta a la fiabilidad de los datos satelitales.
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El uso de animales ha demostrado ser una buena salida en muchas situaciones difíciles ya que «La amplia capacidad de rango de movimiento y la locomoción de los mamíferos marinos y aves marinas evaluadas permiten conocer en diferentes lugares, las escalas no resueltas por las observaciones convencionales».
Los autores han estudiado la relación de los vuelos de algunas aves marinas con los vientos marinos. Se han incorporado Sistemas de Posicionamiento Global (GPS) ligeros a las espaldas de tres especies, la pardela canosa (Calonectris leucomelas), el albatros de Laysan (Phoebastria immutabilis) y el albatros viajero (Diomedea exulans), observándose su trayectoria de vuelo representándola mediante el registro de su posición cada minuto. Esto significa la obtención de 60 puntos por cada hora de vuelo y ofrece una imagen muy precisa de la trayectoria de vuelo. Como el GPS visualiza el movimiento real con respecto al suelo, se extrae la velocidad del viento que afecta al vuelo de las aves, sus cambios de dirección y la velocidad.
Estas aves son las más adecuadas debido a que llevan a cabo vuelos altísimos, que es en gran parte dependiente de viento. La estimación de la velocidad del viento se basa en el hecho de que la velocidad de avance es más alta con el viento de cola y menor con un viento de frente, e intermedia cuando el viento está en otras direcciones.
Los resultados se han publicado esta semana en la revista PNAS y el trabajo confirma que los movimientos de estas aves fluctúan dependiendo de la velocidad y la dirección de los vientos, y que los cambios en su ritmo de desplazamiento permiten obtener datos similares a los que se obtienen desde los satélites. Es más, los recorridos de larga distancia de estos pájaros permitieron a los autores obtener observaciones del viento de mayor resolución, especialmente en las zonas de costa.
Los autores sugieren que el seguimiento de las aves podría servir como complemento para medir el comportamiento de los vientos de manera más precisa y obtener mejores resultados.
Editora del portal online Nautical News Today. Licenciada en Ciencias Medioambientales y especialista en recursos renovables.