Actualmente existe una problemática debido a la invasión en el Mediterráneo de un alga llamada Caulerpa taxifolia un alga verde, con frondes de 2-15cm de origen tropical presente en los mares cálidos, y llega al Mediterráneo, muy probablemente debido al vaciado de aguas del Instituto Oceanográfico de Mónaco, aunque también se habló del posible transporte sobre el casco de un barco
Ya desde hace años el Mediterráneo se ha visto colonizado por especies no habituales. Su intrusión en la cadena trófica siempre suele ser catastrófica para las especies autóctonas. Algunas de estas invasiones tienen un origen singular.
Es el caso del alga Caulerpa taxifolia, es una especie tropical que ha decidido la invasión en el Mediterráneo con una enorme capacidad para ocupar todo tipo de fondos, sedimentarios o rocosos, y ello mediante poblamientos muy densos que recubren y ahogan a las algas autóctonas e incluso a las fanerógamas.
El tamaño que alcanza tras su invasión en el Mediterráneo es mayor que el que tiene en su área de origen y también ocupa el espacio con mayor rapidez. Desde su primer avistamiento hace 10 años, la C. taxifolia ha aumentado el espacio ocupado en el litoral francés y ha llegado al italiano y al español (Baleares). Allí es donde se han ensayado, los esfuerzos de erradicación que han tenido poco éxito.
Caulerpa racemosa, otra especie invasora, se introdujo en el Mediterráneo por el canal de Suez. La primera cita de esta especie fue en el puerto de Sousse (Túnez) en 1926, pero hasta los años 90 no presentó o no se detectó su tendencia invasora. Su invasión en el Mediterráneo oriental se extendio rápidamente por Libia, Italia, Grecia, Albania, Chipre, Francia, Turquía, Malta, Croacia, etc.
En 1998 aparece en las islas Baleares (bahía de Palma de Mallorca), más tarde, en 1999, en Castellón, sudeste de Mallorca e Ibiza. En 2001 llega a las costas de Alicante, dos años más tarde se detecta en Santa Pola, en 2005 se observa en la Región de Murcia y sólo un año después en Argelia. El año 2009, se constató su presencia en el Parque Natural de Cabo de Gata (Almería).
Lo malo de las dos especies de caulerpa tras la invasión en el Mediterráneo, es que afectaron directamente a la vegetación y al resto de algas, especialmente las praderas de Posidonia oceanica, fanerógama endémica del Mediterráneo que realiza un papel fundamental para el ecosistema suministrando oxígeno al medioambiente y participando directamente en la regeneración del fondo marino. De hecho, las hojas están recubiertas de pequeñas algas que acceden de esta forma a la luz y de pequeños invertebrados que filtran las partículas en suspensión.
Asimismo podemos encontrar en las praderas de Posidonia gran cantidad de equinodermos: varias especies de estrellas de mar y numerosos erizos que se nutren de esta planta. Los moluscos también tienen aquí su morada, concretamente los cefalópodos: pulpos y sepias. Ambos se alimentan de camarones, cangrejos y peces pequeños. La Posidonia también atrae a numerosos peces (carnívoros y omnívoros) que se alimentan de crustáceos, erizos, moluscos, gusanos… Esta planta representa para ellos una gran despensa y para algunas especies, incluso, una guardería para sus crías ya que sus rizomas y sus hojas entrelazadas aportan gran cantidad de escondites. Uno de los efectos del follaje de la Posidonia es que frena la masa de agua ocasionando la caída de numerosas partículas en suspensión que sirve de alimento a los espirógrafos, las grandes ascidias y algunas esponjas. Pero la Posidonia oceánica, fuente de vida para muchas especies, está en peligro.
Con la invasión en el Mediterráneo de la caulerpa en el Mediterráneo afectó directamente la vegetación y resto de algas, especialmente las praderas de Posidonia oceanica, fanerógama endémica del Mediterráneo que realiza un papel fundamental para el ecosistema.
Lo que beneficia a estas algas invasoras es la escasez de herbívoros en el Mediterráneo ya que estos no tienen ninguna inmunidad natural a las toxinas de la Caulerpa, permitiendo un crecimiento desenfrenado. Pero no todo son malas noticias, los investigadores han descubierto que un pez herbívoro, el salpa (Salpa salpa) ha empezado a comerse estas algas invasoras. Este cambio en su alimentación supone que el alga tiene un depredador natural y que pueda establecerse un equilibrio dentro del propio ecosistema.
Las medidas de control sobre estas algas que se puedan inventar son inaplicables, bien porque afectan a otras especies, bien porque la extensión de las poblaciones es demasiado grande, crece más rápido de lo que se puede erradicar, es por esa razon que el descubrimiento de esta especie, es una gran noticia, ¡siempre la Naturaleza nos da lecciones!.
Las praderas de P. oceanica tienen una enorme importancia en la ecología del mar Mediterráneo, siendo la invasión en el Mediterráneo C. taxifolia una de sus amenazas. Por la búsqueda de información realizada, parece no estar del todo claro hasta qué punto la invasión C. taxifolia perjudica las praderas de P. oceanica. Aun así, es un hecho que su invasión disminuye la densidad de las poblaciones de P. oceanica, aunque parece que no llega a remplazar-las por completo.
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