Descarbonización. Objetivo final en el «Border Line»

Si bien es cierto que la descarbonización es un término que se está escuchando mucho como consecuencia de la celebración de la última Cumbre del Clima, no es menos cierto que todavía existe un gran desconocimiento en todo lo relacionado a este término. Por ello, no solo vamos a tratar de aclarar de qué estamos hablando sino de las implicaciones que el acuerdo en torno a ello puede tener todo esto dentro de nuestro futuro más inmediato.

¿Qué es la descarbonización?

En esencia, y a pesar de que podemos hablar de una gran cantidad de aspectos técnicos, podemos decir que la descarbonización no es otra cosa que, con el paso del tiempo, no depender, o hacerlo lo menos posible, de los combustibles fósiles, o basados en el carbono. En otras palabras, de lo que se trata es de tener una serie de soluciones alternativas estrechamente relacionadas con lo que se denomina como fuentes limpias de energía.

¿Cuál son los principales objetivos de esta acción?

Los principales objetivos de la descarbonización serán los que se marquen en la Cumbre del Clima que tendrá lugar en París y que son los que pasamos a enumerar a continuación.

• En primer lugar, podemos decir que el principal objetivo, y el más importante es el de tratar de impedir a toda costa que el aumento de la temperatura media del planeta, con respecto al año 1880.
• Asimismo, otro objetivo, que tiene mucho que ver con la descarbonización, es el de dejar de utilizar los combustibles que nos han llevado a esta situación y que no son otros que los ya conocidos por todos como el carbón, el gas natural o el petróleo en detrimento de unas energías más limpias y renovables como pueden ser las producidas a través del Sol, el viento o el agua.
• Por último, pero no por ello menos importante, se tratará de llegar a un compromiso por parte de la totalidad de los países participantes de manera que todos y cada uno de ellos se comprometan a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Pros y contras de estas actuaciones

Sin embargo, para ser sinceros, tanto la descarbonización como los otros objetivos tiene una larga serie de beneficios y una lista de inconvenientes que muchos países no dejarán pasar por alto en la cumbre parisina.

Dentro de los objetivos están, como no podía ser de otra manera, una reducción del calentamiento del planeta, el hecho de evitar que muchas especies tanto terrestres como especies marinas estén dentro de las consideradas en peligro de extinción y una sostenibilidad a lo largo del tiempo.

No obstante, el principal inconveniente es que llevar a cabo este proceso de descarbonización implica tener que realizar una buena inversión de dinero para investigar en el desarrollo de nuevas tecnologías que nos permitan un mejor aprovechamiento de las energías renovables.

De todos modos, sea como fuere, un hecho que queda  patente, y que será uno de los principales argumentos que se esgrimirán para que los países más reacios terminen por ceder, es que el no llevar a cabo este proceso será, dentro del largo plazo, mucho más caro en todos los sentidos que nos podamos imaginar. Y es que los cambios severos en el clima harán que las cosechas empeoren, que la pobreza alimentaria se extienda por más lugares del planeta, que los sistemas sanitarios tengan que hacer frente a nuevas enfermedad respiratorias y un largo etcétera. ¿Estamos dispuestos a realizar un sacrificio en aras de un futuro mejor?