En Brasil, a 70 km de Recife en el estado de Pernambuco, se encuentra la playa de Porto Galinhas. Es una de las playas más concurridas del país debido a las piscinas naturales que forman los arrecifes de coral, que le dan un atractivo irresistible sobre todo para la práctica del buceo.
Porto Galinhas ofrece un escenario de tanta belleza que es difícil explicarlo con palabras. Posee 18 km ininterrumpidos de amplias playas, con arenas blancas, mar transparente, aguas cálidas, piscinas naturales y enmarcadas por corales hasta donde la vista se pierde.
A estas piscinas se suele llegar en unas rústicas embarcaciones llamadas jangadas, tradicionales barcos de pesca que no son más que una tabla con un mástil y una bandera, que se empuja con un remo
Entre las playas de Porto Galinhas destaca la de Muro Alto, cuyo nombre proviene de una barrera de corales que forma un verdadero muro a aproximadamente 100 metros de la playa, esto provoca una inexistencia de olas dando el efecto de una enorme piscina natural. Otra playa muy atractiva y que merece ser visitada es playa dos Carneiros.
Un poco mas al norte se encuentra otra de las atracciones del lugar, el Pontal de Maracaipe, un lugar encantador donde el rio se encuentra con el mar formando los típicos «mangues» de la zona. En este lugar quienes se aventuren a bucear podrán contemplar y fascinarse con los hipocampos.
En sus orígenes, Porto Galinhas, fue un punto de desembarque de esclavos y cuando el tráfico de los mismos en el siglo XVIII fue prohibido se referían a la llegada de nuevos esclavos diciendo que habían llegado nuevas gallinas al pueblo, de ahí proviene su nombre. Hasta hace pocos años Porto de Galinhas era un lugar casi desconocido y fue a partir de 1990 cuando comenzó a darse impulso al turismo motivo por el cual aún conserva la rusticidad y el encanto de las típicas aldeas de pescadores del nordeste de Brasil.
Editora del portal online Nautical News Today. Licenciada en Ciencias Medioambientales y especialista en recursos renovables.