Carabela Portuguesa y Velella velella, parecidas pero diferentes.
En esta época del año es común ver en las playas del mediterráneo cientos e incluso miles de pequeñas medusas que han llegado hasta la orilla arrastradas por el viento. Estas medusas, llamadas Velella velella, están emparentadas con otra especie poco habitual del mar Mediterráneo que está empezando a convertirse en habitual, la Carabela Portuguesa.
La Velella velella y la Carabela Portuguesa o Physalia physalis por su nombre en latín, son bastante diferentes aunque para un ojo inexperto se pueden confundir vistas desde ángulos concretos.
Hidrozoos
Aunque a nuestros ojos resulten medusas, realmente no lo son. Ambas especies son colonias de pequeños animales llamados hidroides, por ellos estos individuos pertenecen a la clase de los hidrozoos mientras que las medusas normales son de la clase de los escifozoos.
Estos hidroides son prácticamente imperceptibles para el ojo humano. Trabajan repartiéndose las tareas conformen nacen por reproducción asexual. Unos se dedican a capturar presas (dactilozoides), otros a la digestión (gastrozoides), otros a la reproducción (gonozoides), etc.
¿Flotador o vela?
Ambas especies poseen una parte de su cuerpo que sobresale del agua, un neumatóforo en el caso de la Carabela y una vela en la Velella, que les permite desplazarse con el empuje del viento.
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El neumatóforo se asemeja a una botella de plástico o a una bolsa de plástico hinchada, de un color azulado y/o violáceo mide entorno a los 15-30 centímetros de largo por 5-10 de alto. Por otro lado, la vela de las Velella hace honor a su nombre, siendo una lámina triangular, fina y recta de color azulado o transparente y que mide aproximadamente entre 5 y 8 centímetros de largo por 2 de alto.
Tentáculos
En cuanto al tamaño de sus tentáculos, estas falsas medusas distan bastante la una de la otra. La Carabela Portuguesa puede poseer unos tentáculos que alcanzan los 40 metros de largo mientras que los de la Velella velella apenas se separan un par de centímetros del cuerpo.
Picaduras
La picadura de estos hidrozoos son polos opuestos entre ambos, una es inofensiva y la otra te puede garantizar un viaje al hospital, por lo que en este caso es crucial identificarlas antes de tocarlas.
La Velella posee un picadura leve, prácticamente nula, aunque se recomienda no tocarla porque puede producirnos algún tipo de reacción urticante si entra en contacto con alguna herida abierta en la piel.
Por otro lado, Physalia physalis posee una picadura extremadamente urticante. El veneno de la ésta tiene consecuencias neurotóxicas, citotóxicas y cardiotóxicas, dándose casos de muerte en algunos casos.
Los más susceptibles a resultar gravemente perjudicados son los niños pequeños, personas con alergia y personas con alguna enfermedad cardíaca. El resto de personas, si entran en contacto con los tentáculos urticantes se les augura bastante dolor.
Hay que destacar que, aunque veamos a estas falsas medusas varadas en la arena de las playas, sus tentáculos continúan siendo urticantes incluso aunque estén muertas.
En caso de picadura se recomienda quitar los tentáculos adheridos con pinzas, lavar la herida con agua salada y acudir al puesto de la Cruz Roja de la playa o en su defecto al Centro de Salud más próximo.
Alimentación
Finalmente en cuanto a la alimentación, las Velella velella se alimentan de plancton, concretamente del zooplancton que van capturando con sus tentáculos conforme son arrastradas por el viento y las corrientes.
Las Carabelas Portuguesas, por lo general, se alimentan de presas más grandes aunque también de plancton. Cuando sus tentáculos rozan a un pez, estos lo paralizan con el veneno y lo trasladan hacia la cavidad gástrica donde los gastrozoides realizaran el proceso de la digestión.
Comunicadora colaboradora de Nautical News Today especializada en medio ambiente marino, biología marina y ciencias del mar.