Disfrute del avistamiento de la ballena jorobada en Maui

Las ballenas jorobadas del Pacífico

Cada año de diciembre a marzo, las ballenas jorobadas del Pacífico Norte emigran a las cálidas aguas tropicales de Hawai. Las aguas costeras de Maui por el momento, disfrutan de la mayor concentración de estos increíbles animales debido a la topografía única de Maui que es una razón poderosa por la cual las ballenas jorobadas pasan el invierno en las islas Hawaii.

Puedes consultar desde el artículo de todas las características de las ballenas más información de esta especie tan peculiar.

El Condado de Maui está formado por un grupo de cuatro islas; Maui, Lanai, Molokai y Kahoolawe. Las ballenas jorobadas se sienten atraídas por las aguas poco profundas de la zona, por lo que Maui un lugar ideal por el refugio que les da, por la trasparencia y temperatura y porque las ballenas jorobadas parecen preferir aguas poco profundas para pasar la mayor parte de sus vidas en aguas que tienen 300 m. o menos. Para los seres humanos, 300 metros se considera mucho más allá de nuestra gama de buceo seguro, pero para una ballena de 45 m. como la jorobada, es la correcta.

El avistaje de ballenas es una actividad muy popular en Hawaii tendro del mundo de los mamíferos marinos. La gente quiere salir y ver la naturaleza, y la ballena es sin duda el símbolo de la experiencia de la vida marina. Ver una ballena, incluso a distancia, es muy gratificante para la gente, tenemos una conexión muy especial con estos cetaceos, miramos a las ballenas como criaturas muy inteligentes que comparten el planeta con nosotros.

La caza comercial de ballenas en Maui alcanzó su punto máximo en 1965 y fue declarado ilegal en 1986, mientras que el turismo de ballenas recreativo va cada vez en aumento, creciendo un 10 por ciento cada año, ya son unos 13 millones de personas las que van a ver las ballenas en las Hawaii.

De 1825 a 1860, Lahaina era el centro de la caza de ballenas en Hawai. Esta ciudad portuaria fue una vez la capital real del Reino de Hawai antes de que se trasladara a Honolulu en 1845. Durante este tiempo, Lahaina era conocido como el puerto ballenero más importante del Pacífico. En su punto máximo, los balleneros estaban cazando miles de ballenas cada año hasta el punto de casi la extinción. Hoy en día, la conservación ha ayudado a aumentar la población total de ballenas en las Hawai.

La llegada de la ballena jorobada cada mes de diciembre Maui es uno de los pocos eventos que marcan el buen tiempo. De hecho, hasta 3.000 ballenas vienen a aparearse y dar a luz en las aguas cálidas y protegidas que fluyen entre Maui, Molokai, y las islas de Lanai. Este entorno tropical es uno de los pocos lugares para oír la serenata de las parejas de ballenas jorobadas.

Kohola (ballenas jorobadas) son una de las especies más grandes de las ballenas barbadas, los machos adultos que oscilan entre los 40 y 52 metros y un peso de hasta 45 toneladas. A pesar de su tamaño, las ballenas jorobadas son acróbatas sorprendentemente elegantes. Viajan más de 3.000 kilómetros desde el Golfo de Alaska hasta Hawai en menos de dos meses, y luego se quedan para unas largas vacaciones, retozando en las costas, entreteniendo a sus espectadores con sus saltos, desde diciembre hasta mayo. 

En Hawai, el regreso de la Kohola se considera másun regreso a casa que una visita. Las pequeñas jorobadas, nacen en aguas de Hawai, por lo que son «kamaaina» o nativas. Algunos hawaianos nativos también creen que el Kohola son aumakua (guardianes de la familia), por lo que estos gentiles gigantes son tratados con gran respeto.

Otra de las razones para venir a Maui es que las aguas de Hawai estan virtualmente libres de depredadores. Las ballenas jorobadas tienen muy pocos depredadores naturales. Hay algunas especies de tiburones que se alimentan de los enfermos, los heridos y los jóvenes. Su único otro depredador, además de los humanos, son las orcas. En Hawai, rara vez vemos orcas, ya que prefieren aguas más frías. Las ballenas jorobadas se encuentran con orcas en forma regular en Alaska, y como tal, en torno al 20% de las ballenas jorobadas tienen cicatrices de los ataques de orcas.