En los próximos cinco meses, en los que se disputarán ocho pruebas, la élite mundial de saltos se lanzará al agua en escenarios de todo el mundo desde una altura que triplica la de los saltadores olímpicos más intrépidos. En esos saltos, los deportistas ejecutarán maniobras de extrema dificultad y vencerán al miedo para impresionar a los jueces y a los espectadores que asistan a los eventos. El campeonato de 2013 empezará en el lugar más aterrador de su historia: La Rochelle, Francia, donde se espera una multitud de 70.000 personas dispuestas a ver cómo las mejores estrellas se tiran desde la histórica Torre de San Nicolás. 12 saltadores participarán en el evento, distribuido en cuatro rondas a lo largo de dos días, y acabarán en una ronda cara a cara para ver quién se hace la victoria de la inauguración.
Desde 2009, las catacumbas de la Torre de San Nicolás han cobrado vida –aparte de una incursión a Córcega en 2012–, cuando los mejores saltadores de altura han acudido a la urbe gala.
Ocho meses después del último salto en competición, realizado en las aguas de Wadi Shab, en Omán, los 10 mejores saltadores de la pasada temporada y de las eliminatorias de principios de año llegan a la costa atlántica de Francia para completar los primeros chapuzones de 2013. Se espera mucho de los pesos pesados del certamen, como el inglés Gary Hunt y el colombiano Orlando Duque, quienes han empleado su tiempo de la pretemporada en crear y perfeccionar nuevas combinaciones de movimientos. Pero también tendremos que tener en cuenta a debutantes como el mexicano Jonathan Paredes, el ucraniano Anatoliy Shabotenko y el británico Matt Cowen. Ninguno de los tres especialistas supera los 24 años, pero garantizan la buena salud y el continuo desarrollo de esta disciplina, en rápida evolución.
Los héroes locales, Cyrille Oumedjkane y Hassan Mouti, así como Alain Kohl, de Luxemburgo, y el búlgaro Todor Spasov completan, como invitados, la lista de participantes para la prueba inaugural del año, que se llevará a cabo el 24 y 25 de mayo. Estos cuatro saltadores ya han participado en el campeonato en varias ocasiones y forman parte de un grupo de 15 atletas que recibirán una invitación para uno o más eventos de esta temporada.
La histórica torre defensiva del viejo puerto de La Rochelle es un lugar sobrecogedor, el más temido por los participantes del campeonato. Su plataforma de salto, de poco más de 27 metros, parece aún más alta porque ofrece la perspectiva del pueblo donde está situada. Además, los atletas penetran en un agua a 12 grados de temperatura que, por contraste con la temperatura ambiente, parece helada.
Gary Hunt, tres veces seguidas campeón del mundo y actual defensor del título, fue el último vencedor en La Rochelle. Por su parte, Orlando Duque fue el vencedor del evento inaugural de la temporada pasada en Córcega. El 25 de mayo empieza una nueva temporada del Campeonato Mundial Red Bull Cliff Diving, a las 5 de la tarde en la Torre de San Nicolás.
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