De todos es conocido la fama, en ocasiones merecida, en ocasiones magnificada, de los vikingos. Se cuenta que la visión de un drakkar, ya fuera desde tierra o mar, era motivo de pánico para toda la gente que se encontraba en su radio de visión. Pero en realidad, ¿qué era un drakkar?
El darkkar vikingo es una embarcación muy veloz y resistente diseñada por los vikingos para realizar largas distancias en sus conquistas de nuevas tierras. Teniendo en cuenta que nos encontramos en los siglos VII-IX d.C. cuando comenzaron a expandirse y a crear su embarcaciones, hablamos de una tecnología bastante básica, que consiguieron aprovechar para travesías que aun ahora, resultan muy complicadas.
Las embarcaciones se distinguían claramente por los adornos en proas y popas con cabezas de dragones tallados en madera que se les atribuía protección ante los malos espíritus del mar. En muchas ocasiones la proa y la popa eran idénticas.
El cronista Procopio de Cesarea, historiador bizantino del siglo VI, escribía sobre el uso de los drakkars entre los pueblos escandinavos: “en navegación no conocen estos bárbaros el uso de la vela, pues sólo utilizan los remos” (Guerra de los vándalos, 3). No obstante, y debido quizás a la influencia y contactos con los frisios, ya en el siglo VII empezaron a usar la vela en sus embarcaciones, hecho que se constata en las estelas funerarias de la isla de Gotland (Suecia) en donde los primeros navíos con primitivas velas datan de finales del siglo VI y del siglo VII.
Las medidas más normales de los drakkars eran de unos 20 metros de eslora, 5 metros de manga y un mástil de alrededor de 13 m de altura. La vela es de muy fácil manejo, para realizar maniobras más rápidas con ayuda de los remeros. También parece que han habido drakkars de más de 40 o mayores metros de eslora, aunque eran menos usuales y eran los usados para largas travesías, como la realizada por Erik Thovaldsson y su hijo Leif.
En un principio los drakkars no disponían de quilla lo que les hacía muy vulnerables en el mar y eran más usadas en ríos poco profundo, aunque la introducción en el siglo VII de la quilla, le proporcionó mejor estabilidad y fue el impulso necesario para que comenzaran las invasiones territoriales, sobre todo en Europa y más adelante en América (según se rumorea).
Editora del portal online Nautical News Today. Licenciada en Ciencias Medioambientales y especialista en recursos renovables.