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El edificio Veles e Vents de la Marina Real de Valencia, sale a licitación

24 abril 2015

Veles e Vents

El Boletín Oficial del Estado publica la licitación, mediante concurso público, el arrendamiento y explotación del edificio que se inauguro para la Copa de America, el Veles e Vents para la puesta en marcha de un espacio polivalente que acoja una amplia oferta cultural y gastronómica, por un precio de 30.000 euros mensuales, mejorable al alza.

El propósito del Consorcio con este concurso es ofrecer a valencianos y visitantes, en un único espacio, una oferta cultural y gastronómica de calidad que sirva, a su vez, de impulso al resto de la Marina, tal y como se ha puesto de manifiesto este fin de semana con la celebración del Valencia Boat Show, en torno al Veles e Vents, que ha recibido la visita de más de 50.000 personas.

La Marina quiere convertirse en un espacio abierto a todos, un barrio más de la ciudad que sea un foco de actividad permanente con eventos deportivos, cultura, oferta gastronómica y espacio de recreo para los ciudadanos.

Veles e Vents

Con la propuesta cultural, se busca que el arrendatario diseñe y gestione una oferta cultural multidisciplinar durante todo el año, acorde con la relevancia del Veles e Vents.

Los licitadores deberán presentar en su oferta un diseño global de la programación con el fin de evaluar su idoneidad para el espacio en Veles e Vents. La fecha tope de presentación de ofertas es el 12 de junio, mientras que la fecha de apertura de las ofertas se publicará en el tablón de anuncios del Consorcio Valencia 2007.

El pliego deja libertad a los posibles licitadores para que apuesten por aquellas actividades que consideren que mejor encajan con las características del Veles e Vents, buscando siempre una oferta de calidad, variada y asequible a todos los públicos, en el que se valorarán las actividades gratuitas.

Veles e Vents

A lo largo de todo el pliego de condiciones, se hace especial hincapié en la singularidad del Veles e Vents y la necesidad de una especial protección, conservación y mantenimiento del mismo, tanto de su interior como de su exterior, que serán sometidos a especial vigilancia por parte del Consorcio a lo largo de toda la vigencia del contrato. A título de ejemplo, el arrendatario no podrá cambiar, en ningún caso, el nombre del edificio ni alterar sus fachadas.