Hoy os traigo al Nautilus, no, no os hablo del submarino del Capitán Nemo del libro Veinte mil leguas de viaje submarino, sino de un familia de moluscos cefalópodos que ha resistido durante millones de años. Se estima que llevan en este mundo más de 400 millones de años, sin apenas evolucionar, por lo que la ciencia los considera fósiles vivientes.
Los Nautilus, viven exclusivamente en el océano Indico y Pacífico, durante el día los encontramos a centenares de metros de profundidad donde la oscuridad los protege de los depredadores y durante la noche suelen emerger de las profundidades a los arrecifes de coral para alimentarse de pequeños peces y crustáceos.
Los Nautilus son una familia de moluscos que engloba a 5 especies, de las que hoy en día solo sobreviven 3: Nautilus belauensis, Nautilus macromphalus y Nautilus pompilius. Siendo hoy en dia, N.pompilinus la especie más grande con al rededor de 20 cm de diametro, y digo hoy en dia porque se han encontrado fósiles de dos metros y medio de diámetro.
Su forma de moverse es muy simple, se mueve a propulsión, es decir que traga agua para luego expulsarla a presión a través de un sifón, el cual tiene la capacidad de orientarlo a su gusto y por lo tanto moverse hacia donde el quiera.
Al igual que el resto de cefalópodos, como su nombre indica, poseen los pies en la cabeza (cefalo= cabeza, podo=pie), pero a diferencia sus primos los pulpos y los calamares, los nautilus junto con los Allonautilus son los únicos cefálopodos superfivientes que protegen su cuerpo con una concha externa.
La concha es principalmente de carbonato cálcico, por fuera se asemeja a la porcelana y por dentro tiene un aspecto nacarado. Según los matemáticos, la concha de este animal forma una espiral logarítmica perfecta, pero la principal característica es su estructura interna, la cuál esta formada por múltiples cámaras separadas por unos tabiques que va formando el animal conforme crece, de manera que cuando la cámara se le queda pequeña, el Nautilus secreta otra nueva y más grande. Los animales de más edad pueden llegar a tener decenas de cámaras vacías. Las cámaras no están completamente aisladas unas de otras sino que están unidas a través de un pequeño tubo. La función de este tubo es transportar a las cámaras un gas que secreta el animal para compensar el peso de la concha. El animal es capaz de cambiar la concentración de sales de su sangre y gracias a la presión osmótica que genera, el agua es absorbida para luego expulsarla por el sifón y las cámaras se rellenan con gas, de tal manera que el Nautilus alcanza una densidad igual a la del agua circundante por lo que consigue flotar sin esfuerzo. El animal es capaz de manipular este mecanismo en función de si desea sumergirse o ascender.
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Desgraciadamente, como viene siendo habitual en estos tiempos, la avaricia humana a abocado a este animal al riesgo de extinción ya que su concha es muy apreciada por joyeros y coleccionistas.
Comunicadora colaboradora de Nautical News Today especializada en medio ambiente marino, biología marina y ciencias del mar.