El pirata Barbanegra: Las barbas que más dieron que hablar en menos tiempo

Si la semana pasada hablábamos de Barbarroja, esta semana le toca a Barbanegra el alter ego de Edward Teach. Mucho antes que los primeros hipsters con camisas de cuadros y largas barbas y melenas andaran por las calles, entre los piratas ya estaba de moda.

Pero la causa por la que los piratas, como el caso de Barbanegra, lucieran esas largas perillas, más que un motivo estético, estaba motivado por las largas temporadas en alta mar, con un uso muy reducido de agua y en higiene personal en general.

La carrera del pirata Barbanegra fue realmente corta, apenas duró un año desde 1717 a 1718, pero su personalidad, altura y el miedo que hacía sentir a todo el mundo, incluidos los propios piratas, le hizo valedor de quedar en la memoria popular.

A pesar de su fama de temible, fue uno de los piratas menos sanguinarios, aunque utilizaba el miedo psicológico para amedrantar a sus víctimas.

Según describe el libro The Pirates de Douglas Botting, Barbanegra aprovechaba su aspecto para dar miedo al contrincante: “Antes de lanzarse a la batalla se colocaba cerillas encendidas bajo el sombrero. Eran largos palillos de arder lento, hechos de cuerda de cáñamo mojado en salitre y agua de sal. El efecto resultaba aterrador. Su cara, con los feroces ojos y el pelo enmarañado de la barba, estaba enmarcada en humo y a sus presas les parecía totalmente un demonio salido del infierno. Su parecido con algún tipo de pirata demoníaco quedaba completado con una bandolera con tres pistolas cargadas y amartilladas para el disparo y por las pistolas, dagas y alfanjes adicionales que portaba alrededor del cinturón”

Como cada pirata de cierto renombre, tenía una bandera personalizada. Esta vez se salió del típico Jolly Roger con sus variaciones y se trataba de un esqueleto sobre fondo negro sujetando en la mano derecha un reloj de arena y en la izquierda una flecha apuntando a un corazón rojo goteando sangre. El reloj de arena significaba que el tiempo corría y que la muerte se aproximaba a los adversarios.

Se cree que nació en Bristol, aunque en algunos lugares le dan por nacido en Carolina del Sur o Jamaica. Comenzó muy joven como marinero, pero tras la Guerra de Sucesión Española se embarcó con el pirata Benjamin Homigold.

Al poco tiempo Homigold se retiró acogiéndose a la amnistía que estaba repartiendo el Gobierno Inglés a los corsarios, aunque la alegría le duró poco porque dos años más tarde murió.

En el año 1717 Barbanegra capturó un barco mercante francés al que llamó Queen Anne’s Revenge, y se convirtió en su barco insignia y compañero de aventuras. Se decía que estaba embrujado y que solamente obedecía las órdenes de Barbanegra. El barco encalló en las costas de Carolina del norte y abandonado en la huida. En 1996 se encontraron restos de un barco que, muy posiblemente se trata el Queen Anne’s Revenge y que fue abandonado tras quedar encallado en un banco de arena en el año 1718. En su interior se hallaban algunas posibles pertenencias de Barbanegra, entre las que se encontrarían la espada que éste utilizó para sus ataques.

Barbanegra murió el 22 de noviembre de 1718 durante la batalla de Carolina del Norte, a manos del teniente Robert Maynard, de la Royal Navy. Su cabeza fue cortada y suspendida de una balandra para exhibirla y advertir a otros piratas de la muerte de Barbanegra.

Su legado a pesar de su corta carrera, ha sido muy grande, apareciendo su personaje en numerosas series de televisión y películas.