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A través de una serie de conferencias y mesas redondas, que se van a celebrar el 24 de este mes en Biarritz y el 25 en San Sebastian, varios expertos internacionales intentarán contestar preguntas como, ¿cómo se origina una ola?, ¿Cuales son las amenazas que sufre una ola en el litoral? ¿que estrategias llevar a cabo para proteger las olas?. La intención es poner en relieve que el valor de una ola va más allá del placer que origina a los surfistas, y definir que plusvalía tiene un litoral de olas para un territorio costero.
Gracias a que existen varios estudios sobre la protección de las olas a nivel internacional, Surfrider Foundation Europe, en colaboración con ONG’s como Save The Wave coalition, Surfers Against Sewage, Salvem o Surf y con el apoyo científico del Dr Tony Butt, han decidido organizar una gran conferencia internacional sobre el reconocimiento del valor de las olas y su protección a nivel internacional.
Por medio de ponencias dirigidas por expertos en física, morfología del litoral, régimen jurídico costero, generación de energía a través de las olas, ingeniería del litoral, economía, turismo y zoología marina, incluyendo una mesa redonda donde tendrán cabida técnicos y políticos, esperamos demostrar que las olas representan un valor fundamental para todos, no solamente para los surfistas, y que está en el interés de todos protegerlas para disfrute de futuras generaciones. Las olas son una parte muy importante y necesaria del funcionamiento de nuestro mundo, los movimientos que crean, llevan a cabo un papel vital en el transporte de energía en todo el planeta.
En primer lugar, las olas del mar, son un elemento muy importante en la compleja red de mecanismos que controlan el equilibrio térmico del planeta. Las tormentas oceánicas son el resultado de los patrones de circulación atmosférica que constantemente están tratando de igualar la diferencia de temperatura del ecuador a polo. Además de impulsar las corrientes oceánicas, los vientos de superficie generadas por estas tormentas producen olas oceánicas que, aunque en realidad no transfieren material, si en cambio transportan enormes cantidades de energía de una parte a otra del planeta.
Las olas oceánicas son mensajeros de la energía. Estos movimientos, en líneas ordenadas de mar de fondo, pueden viajar miles de kilómetros antes de llegar a alguna costa. La energía se convierte entonces en movimientos de agua que contribuyen a la metamorfosis de la propia costa y dan forma a las costas.
Las aguas de los océanos del mundo están sometidas a amplios movimientos durante los cuales grandes cantidades de esta agua se desplazan de un lado a otro; es decir el mar aparece surcado por corrientes: unas de gran velocidad, otras muy lentas; unas periódicas, otras intermitentes. A veces, las corrientes se convierten, tanto por su anchura, extensión y profundidad como por su permanencia, en los agentes principales de transporte del calor ecuatorial hacia los polos y del frío polar hacia las regiones tropicales, es decir, aportan el calor y la vida y, en ocasiones, el frío y la desolación.
La energía que originan las corrientes en los mares proceden principalmente del Sol. Cuando en la atmósfera se generan diferentes temperaturas por el calentamiento solar se producen los vientos, y éstos causan el movimiento del agua superficial del océano, que se suma a los desplazamientos de las masas de agua producidos por cambios de densidad, dando origen a las corrientes.
Las corrientes del océano hacen circular la energía del agua que regulan el clima de la Tierra por lo tanto, afectan a cualquier aspecto de nuestra vida. Nuestra dependencia en muy alta y el uso de los recursos oceánicos los estamos exponiendo al límite de los sistemas naturales, que, como los vemos inagotables, abusamos de ellos.
Los océanos cubren más del 70 por ciento de la superficie de la Tierra, por lo que claramente representan una fuente de energía enorme. Durante muchos años, las compañías eléctricas se han interesado sobre todo en las fuentes de energía no renovables – petróleo y gas natural – atrapados debajo de los sedimentos marinos. Sin embargo, recientemente, ya que los precios de los combustibles fósiles siguen subiendo, las fuentes renovables de energía de los océanos se han convertido en algo más atractivo. A corto plazo, la generación de energía sobre la base de las olas, mareas y corrientes probablemente contribuirá a una pequeña porción de la tarta de la energía.
Por lo tanto, se puede ver que las olas del mar no sólo son importantes para nosotros, sino que forman una parte esencial de la vida del planeta. Si interferimos en ellas, no solo estamos privando a algunas personas a una actividad de ocio, también podemos desencadenar toda una serie de imprevisibles efectos en cadena. Las olas son parte del delicado equilibrio de la naturaleza, al igual que los bosques, los animales y el aire que respiramos. Por lo tanto, hay un límite en la cantidad que podemos interferir con las olas antes de que los sistemas naturales de las que forman parte, se vuelvan contra nosotros..
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