Existen numerosos lugares en el mundo que ofrecen la posibilidad de vivir una experiencia maravillosa y única en la vida; contemplar de cerca a las ballenas. Cuando decimos “de cerca”, nos referimos precisamente a eso, las personas están tan próximas de estos animales que prácticamente podrían tocarlas. Uno de los principales atractivos naturales de Brasil, el Parque Nacional Marino de Abrolhos abarca cuatro de las cinco islas que componen el archipiélago de Abrolhos: Redonda, Siriba, Sueste y Guarita. Con una superficie aproximada de 352.51 millas cuadradas el archipiélago es una zona importante de reproducción y parición de las ballenas jorobadas.
Entre julio y noviembre, las ballenas jorobadas (Megaptera novaeangliae) buscan las cálidas aguas de la costa sur de Brasil, a causa de su temporada de apareamiento. La región donde estos animales formidables, algunos de los cuales llegan a pesar hasta 40 toneladas, se conoce como Costa das Baleias y entre otros está el Parque Nacional Marino de Abrolhos. Ser testigo de esta ceremonia es verdaderamente majestuoso, una experiencia en la vida, ya que las ballenas son uno de los animales más bellos, nobles e impresionantes de la tierra.
La observación de ballenas cada año atrae a un número cada vez mayor de naturalistas y turistas que intentan ”cazar” las imágenes más espectaculares; pero también para pasar unas vacaciones inolvidables entre la naturaleza, la diversión y la calidez de la hospitalidad brasileña.
El Parque Nacional Marino de Abrolhos con sus calurosas y cristalinas aguas, variando entre los 24°C y los 28°C, es sin duda un lugar privilegiado con impresionante variedad de fauna marina, innumerables especies de peces, moluscos, corales y tortugas marinas entre otras maravillas. Es como estar en un acuario gigante nadando entre peces multicolores en aguas azules y cristalinas. El archipiélago trae a los ojos una profusión de colores y luces. Los barcos anclados en el archipiélago , permiten al visitante la maravillosa sensación de dormir en el ¨deck¨, con las estrellas iluminando la noche, junto con los faroles de la isla de Santa Bárbara.
Observar los gigantes habitantes del mar pasando debajo del barco no es el único espectáculo; sobre el islote de Siriba los pájaros que cavan para preparar sus nidos, y en las aguas cristalinas que bañan la isla de Santa Barbara se puede practicar buceo con botellas, con la excelente visibilidad media de 30 metros, o hacer snorkel para admirar las coloridas formaciones coralinas, las enormes rayas negras y unas 160 especies de peces que sólo existen en este archipiélago.
El archipiélago atrae numerosos turistas gracias a esta migración de las ballenas, y a las excelentes condiciones para el buceo en Brasil. Sin embargo, no existe infraestructura turística en el archipiélago, debido a la prohibición de desembarcar en las islas por ser Parque Nacional protegido, de modo que los turistas que van a Abrolhos deben permanecer todo el tiempo a bordo de los barcos autorizados que los llevaron hasta el archipiélago.
Editor especialista en el deporte de vela, tanto en vela oceánica como en vela ligera y olímpica. Colaborador de prensa deportiva a nivel nacional.