Hasta el momento la ciencia sólo conocía la existencia de los Osedax, nombre en la latín de los popularmente conocidos como gusanos comehuesos, en las aguas profundas y frías del océanos Pacífico, Antártico, y Atlántico. Pero esta semana la revista científica “Plos One” ha publicado un artículo donde se detallaba el descubrimiento de una nueva especie de Osedax en aguas del mar Mediterráneo, concretamente en las aguas de Blanes, Cataluña, España.
Este descubrimiento de este gusano comehuesos fue llevado a cabo por un equipo de investigadores coordinados por la Universidad de Barcelona. Los investigadores pertenecen a la propia universidad y algunas instituciones científicas relevantes. Concretamente, el artículo esta firmado por los investigadores Sergio Taboada, Ana Riesgo, Maria Bas, Miguel A. Arnedo y Conxita Àvila, del departamento de Biología Animal y del Instituto de Investigación de la Biodiversidad de la Universidad de Barcelona. Por otro lado también participaron en el descubrimiento, Javier Cristobo y uno de los expertos mundiales en el estudio de estos organismos, Greg Rouse, del Instituto Español de Oceanografía y del Instituto Scripps de Oceanografia de EEUU, respectivamente.
Al igual que las demás especies de Osedax, la nueva especie del gusano comehuesos es un anélido. Fue encontrada en unos huesos de mamífero que depositaron los investigadores a unos 50 metros de profundidad cerca del cañón de Blanes.
Los gusanos comehuesos machos tienen un tamaño microscópico y viven dentro de una especie de tubo que construyen las hembras, donde sólo desempeñan una función reproductiva. Por otra parte, las hembras, mucho más grandes, viven en simbiosis con unas bacterias que les permiten degradar la materia orgánica retenida en los huesos y, por tanto, alimentarse, pero las bacterias no viven en el gusano, sino que las bacterias degradan la materia orgánica y el gusano se alimenta directamente de las bacterias.
Hasta la fecha no se conocía la existencia de estos anélidos comehuesos en el mar Mediterráneo. Este descubrimiento supone un hecho importante ya que, según palabras del investigador Sergio Taboada, el hecho de haber encontrado Osedax por primera vez en el Mediterráneo constata que estos organismos también pueden vivir en latitudes templadas, relativamente a poca profundidad.
En las aguas donde se conocía la existencia de los gusanos comehuesos, la temperatura es baja, entre -1 y 15ºC, mientras que en el mar Mediterráneo, a poca profundidad, las aguas superan los 20ºC, lo que aceleraría la descomposición de los cadáveres de animales, impidiendo así la existencia de los Osedax a profundidades menores de 50 metros en el Mediterráneo. Sin embargo, en la Antártida la temperatura de las aguas es muy baja y muy homogénea en toda la columna de agua, lo que le permite vivir al gusano comehuesos a muy poca profundidad.
Por ahora los investigadores necesitan realizar más estudios y recoger más individuos para constatar que se trata de una nueva especie, y saber si vive en otros mares del mundo. Hasta el momento sólo se han constatado diferencias genéticas con otras especies, pero de las 25 especies que se conocen de Osedax, sólo 6 han sido descritas, por lo que aún no se descarta que pueda tratarse de una especie ya conocida pero no descrita.
Aquí os dejamos los datos del artículo científico donde se detalla el descubrimiento: Bone-eating worms spread: Insights into shallow-water Osedax (Annelida, Siboglinidae) from antarctic, subantarctic, and mediterranean waters. Taboada, S.; Riesgo, A.; Bas, M.; Arnedo, M. A.; Cristobo, J.; Rouse, G. W., y Àvila, C. PLOS ONE, November 18, 2015
Comunicadora colaboradora de Nautical News Today especializada en medio ambiente marino, biología marina y ciencias del mar.