¿Crees que nunca vas a tener un incendio a bordo? Tenemos una mala noticia: no es tan improbable como crees. La buena noticia: es fácil evitarlo.
El pasado día 4 de enero hubo un incendio en la marina Marmaris, en la costa sur de Turquía; dos megayates ardieron durante la noche, quedando seriamente dañados. Un incendio a bordo le puede ocurrir hasta a los ricos…
Cincuenta millones de euros tirados a la basura en un par de horas. El yate «Barbie» (52 m de eslora, construido en 2006, valorado en unos 20 millones de euros) y el «The One» (73 m, ex-«Carinthia VI», un yate icónico por el diseño innovador de Jon Bannenberg para Lurssen, en 1972; valorado en 30 millones) probablemente no volverán a navegar.
El incendio a bordo se produjo de noche y, como suele ser habitual en ese caso, se extendió hasta provocar los daños que muestra el vídeo. Se especula con las causas, pero son lo de menos: un cortocircuito, una fuga de aceite, un descuido en la cocina… Cosas que antes o después suceden en cualquier barco y son susceptibles de crear un incendio a bordo. Los ingenieros, y también cualquiera que haya navegado, sabe cómo puede empezar un incendio. Y una, o varias, sucederán a bordo antes o después.
Por eso lo importante es la lucha contraincendios, en tres fases.
1. Prevención
Es lo más importante. Tanto el que diseña y el que construye el barco deben cumplir normativas que inciden en gran medida en la prevención de un incendio a bordo: evitar fugas de líquidos inflamables, proteger partes calientes, circuitos eléctricos adecuados, etc.
Después el papel del dueño y la tripulación es primordial: el mantenimiento del barco en estos aspectos debe llevarse a rajatabla, para que las posibles causas que dan origen a un incendio queden minimizadas.
2. Contención
Si se produce un incendio a bordo, que este quede en un simple conato depende de que la contención sea buena. Para ello deben funcionar todos los sistemas contraincendios: detectores, alarmas, y medios de extinción automáticos (difusores de agua o sistemas por gas inerte) que logren apagar el incendio durante los primeros momentos.
3. Extinción
Si por desgracia el incendio a bordo no se extingue, habrá que luchar contra él. Para que la lucha contraincedios tenga éxito hay muchos aspectos a tener en cuenta. Los principales son:
•Sistemas fijos de extinción: difusores de agua, mangueras
•Equipos portátiles: extintores, baldes, equipos de respiración autónoma
•Bombas de achique adecuadas, para que no se hunda el barco mientras se va echando agua al fuego
•Una fuente de emergencia útil, para que los equipos de extinción y achique puedan funcionar (y por supuesto por cuestiones de seguridad: luces de emergencia, comunicaciones, etc.)
•Una tripulación preparada, que sepa cómo actuar enfrentarse al fuego
El fallo de uno solo de ellos puede hacer que el barco termine devorado por las llamas.
Además, en el caso de la náutica, las marinas suelen tener accesos difíciles para medios terrestres (acceso de los bomberos al pantalán), y para barcos de lucha contraincendios (si es que los hay en el puerto). ¡Por eso es mejor evitar llegar a ese punto!
Pero no creas que hablamos solo de megayates. Desde un velero de 6 metros hasta un petrolero de 350, desde una pequeña lancha hasta un «Azzam», cada uno en su escala, las maneras de evitar un incendio a bordo son las mismas: prevención y mantenimiento, mantenimiento y más mantenimiento.