Por lo que conocemos hoy en día, el nacimiento de un delfín en la naturaleza nunca se ha observado. Todo lo que sabemos sobre el proceso de nacimiento de delfines, se ha aprendido por nuestra observación de los animales en cautiverio.
Las crías del delfín miden aproximadamente de 106 a 132 centímetros de largo y pesan cerca de 20 kilogramos. A los pocos días del nacimiento, la aleta dorsal y las de la cola son flácidas y flexibles, pero llegan a ser gradualmente más tiesas. Las crías son más oscuras que los adultos y muestran varias líneas verticales en colores claros a los lados como resultado del plegamiento fetal. Estas líneas desaparecen en un periodo de seis meses.
El vinculo madre-cría es tan fuerte que, si el pequeño delfín, aún nacido sin vida, a las hembras de delfín, a menudo se les ha visto sosteniendo sus crías muertas en la superficie del agua.
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Por lo general, las hembras paren cada 3-5 años, ya que joven delfin permanece con su madre hasta cinco años. Durante este tiempo, sería muy difícil que la madre se separe de un joven delfín, durante ese tiempo la hembra no tendrá tendencia reproductiva.
Por alguna razón, los delfines son atraídos por las mujeres embarazadas y los niños pequeños. Los niños que están naciendo con la ayuda de los delfines, por lo menos en los casos documentados en Rusia, son niños extraordinarios. La mayoría de ellos tienen un coeficiente intelectual de más de 150, además emocionalmente en extremo estables y fisicamentente fuertes físicamente. Son superiores en una forma u otra.
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