John Hawkins, de traficante de esclavos a héroe contra la Armada Invencible

John Hawkins fue un corsario británico nacido en Plymouth en 1532 (exacto, igual que la ginebra) que con su gran experiencia en navegación y sus conocimientos en batallas marítimas, contribuyó a mejorar la flota inglesa, incluso se le considera responsable de la mejora con la que consiguieron vencer a la Armada Invencible Española.

Como la mayoría de los corsarios de la época, John Hawkins comenzó su “carrera” como navegante con el tráfico de esclavos desde África. Sus métodos eran violentos tanto en la adquisición de los mismos como en la venta de las pobres personas que se ponían en su camino.

Llevaba los esclavos hasta América y mediante amenazas de destruir las ciudades costeras en las que recababa, los vendía tanto si querían como si no.

En 1562 junto con Drake comenzó a traficar con esclavos y telas sin permiso de la Corona Española. Al tener éxito en esa primera expedición, repitió en 1567 pero cuando pensaban que habían salido airosos en esa segunda expedición, se vieron obligados a buscar abrigo en San Pedro de Ulúa en México, debido a una tormenta, donde fueron atacados por la Corona Española y escapó a duras penas.

Tras este suceso su carrera como esclavista, se truncó hasta que en 1578, John Hawkins se convirtió en tesorero de la Marina, consiguiendo el apoyo de la Reina Isabel I a la que había defendido en su guerra contra Maria Estuardo y consiguiendo financiación para sus ataques a los barcos Españoles. También aprovechó sus conocimientos de navegación y en la guerra para la preparación de galeones bien artillados y manejables para la guerra con España.

Cuando en 1588 la Armada Invencible se dispuso a atacar las islas británicas, John Hawkings a bordo del Victory, fue uno de los capitanes que la derrotaron.

Esta victoria le hizo pensar que la corona española estaba en horas bajas, por lo que se dispuso a atacarla en sus localizaciones americanas con 63 años de edad, que nos son los mismos 63 que ahora.

Partieron con 27 barcos hacia las Antillas, pero murió el 12 de noviembre de 1595 cerca de Puerto Rico antes de un ataque. Su cuerpo fue entregado al mar como era su voluntad.