Como cada septiembre comienza el curso escolar y es habitual ver a los niños y niñas con su nueva mochila llegando a la escuela, pero no todos lo tienen tan fácil.
En algunas partes del mundo, los niños se juegan la vida para poder llegar a la escuela. El tener que llegar a la escuela con la mochila cruzando terrenos peligrosos se convierte en un deporte de riesgo.
En los últimos cinco años, 10.000 niños colombianos se han ahogado en los ríos, muchos de ellos tratando de cruzarlos en su camino hacia la escuela desde comunidades remotas de la selva.
Esa horrible estadística impulsó a la marca Luki que comercializa meriendas a base de frutas para los niños, a desarrollar, en colaboración con la Cruz Roja Colombiana y la agencia JWT Colombia, una mochila especial para los niños que se convierte en un chaleco salvavidas.
La mochila salvavidas puede soportar el peso de niños entre cinco y doce años de edad, asegurando que se mantengan en posición vertical en el agua, aunque estén inconscientes.
También cuenta con una bolsa interior para proteger los libros, un silbato impermeable, un asa para tirar de ellos desde los barcos en caso de una emergencia y las instrucciones de RCP cosidas en la parte posterior.
El salvavidas mochila va a convertirse en el medio perfecto para llegar a la comunidades remotas de la selva de una manera directa y de paso servir como excusa perfecta para enseñar y promover un cambio de comportamiento y hablar acerca de la seguridad del agua.
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Por lo tanto se trata de una idea de activación que podría ayudar a salvar, no sólo la vida del receptor, sino a todos aquellos a su alrededor que podría necesitar ayuda por medio de la formación.
Más info y fotos en The Lifesaver Backpack, de Carlos Sanabria, uno de los diseñadores de la campaña.
Editora del portal online Nautical News Today. Licenciada en Ciencias Medioambientales y especialista en recursos renovables.