La población de carabela portuguesa en el Mediterráneo fue aumentando desde que se produjeron los primeros avistamientos en 2010 y se ha ido manteniendo hasta pasar a formar parte de su paisaje.
La invasión de la carabela portuguesa en el Mediterráneo se debe al incremento de su temperatura a un ritmo entre 0,2º y 0,7ºC cada década.
En general, las plagas de medusas han aumentado durante los últimos 20 años, a causa del calentamiento global, el consecuente aumento de la temperatura del mar y el descenso de depredadores.
Se han llegado a avistar hasta enjambres de hasta 50 kilómetros aunque el año pasado se avistaron hasta 20.000 ejemplares menos que años anteriores en Cataluña, según datos de Cruz Roja.
La carabela portuguesa es un tipo de cnidario que vive en colonia y forman lo que aparentemente es una medusa. A pesar de no tratarse de una medusa como tal, el contacto con sus tentáculos puede llegar a ser letal.
Aunque generalmente se encuentra en zonas cálidas o tropicales del Atlántico, Pacífico, Índico y el mar del Caribe, en los últimos años se ha podido ver la carabela en las costas españolas del Mediterráneo. Por curiosidad, desde el artículo sobre regalos originales tenemos una lampara medusa al estilo pecera digna de ver que es más que realista.
Esta especie se llama comúnmente así debido a la similitud de su ‘flotador’ con estas naves. Gracias a este flotador, que suele ser de color azul o morado, se mantienen en la superficie. Además, para poder mantenerse en la superficie, este flotador está lleno de gas y el organismo puede regular la profundidad a la que sumergirse.
Sus tentáculos pueden alcanzar hasta 50 metros de longitud y dejan en el cuerpo del bañista pequeñas lesiones llamadas pápulas, que son blancas por el centro con un margen rojo.
Entre los efectos que puede producir la picadura de este cnidario están temblores, diarrea, vómitos, convulsiones e incluso una insuficiencia cardiaca. Así que cuidado con lo que hacemos si vemos algunas medusas por el mediterráneo y nos acercamos demasiado.
La expansión de esta especie ha hecho que hasta la localidad tailandesa de Phuket, uno de los destinos turísticos más populares del mundo, prohibiera el acceso al agua en alguna de sus playas después de encortar tres carabelas portuguesas varadas.
Incluso en zonas más frías como Irlanda e Inglaterra se han llegado a encontrar ejemplares de carabela portuguesa, como este mismo mes de septiembre cuando surfistas y nadadores irlandeses en la costa oeste de Irlanda advirtieron sobre el número «sin precedentes» de medusas que habían sido arrastrados hasta las costas a lo largo de la costa oeste.
La expansión de la carabela portuguesa a mares potencialmente más fríos de los que son habituales, hace entrever que el calentamiento de los mares a causa del cambio climático, está muy presente.
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Editora del portal online Nautical News Today. Licenciada en Ciencias Medioambientales y especialista en recursos renovables.