Después de una escala de tres días en Galicia, los 39 competidores en La Solitaire du Figaro – Eric Bompard Cachemire partió ayer domingo a las 14: 56hrs (hora de Francia) de Sanxenxo para la segunda etapa de la regata: 455 millas a La Cornouaille (Concarneau).
Pero el tiempo metereologico es menos facil en esta etapa de La Solitaire du Figaro, será de ceñida para toda la ruta con una gran cantidad de viento, de hasta 40 nudos. Se espera que los primeros solistas lleguen el jueves por la tarde en Concarneau. Los más precavidos han reemplazado sus genovas por el solent, y ya se han decidido por una ruta. Isabelle Joschke (Generali – Horizon Mixité) ha elegido a la izquierda de la masa de agua, mientras que Thierry Chabagny (Gedimat), seguido por Aymeric Arthaud (Reel – PGO Automobiles) a lo largo de la costa.
Si las condiciones siguen siendo poco manejables, las próximas horas no serán faciles. Los regatistas de la Solitaire du Figaro no han pegado el ojo en toda la noche navegando bajo un viento muy perturbado y tormentas. Esta segunda etapa bien podría parecerse a una regata de resistencia. Una maratón de, al menos tres días y tres noches…en la costa del cabo Finisterre, un comienzo de la segunda etapa bajo el signo de las tormentas y una gran masa nubosa, haciendo el avance de la flota de la Solitaire du Figaro – Eric Bompard cachemire particularmente errática…
Con más de 30 nudos de viento en el Golfo de Vizcaya, el “race office” decidió cambiar la ruta por razones de seguridad. Así que, en lugar de dirigirse directamente a través de Concarneau a la Isla de Yeu, los regatistas de la Solitaire du Figaro se dirigirán a lo largo de la costa norte de España con el fin de redondear una marca obligatoria unos 25 millas en Gijón. «Es una buena decisión, lo que nos impide ir a donde el viento será más fuerte», dijo Gahinet. «Vamos a dejar un viento de noroeste térmico hacia el Cabo de Finisterre, y cambiaremos noreste. Esperamos 25 a 30 nudos y rachas de 35 a 40 hasta Cabo Ortegal. Habrá grandes y repentinas aceleraciones y el viento será muy inestable. «Si bien en el papel esta manga es simple y contra el viento de principio a fin, en la práctica, será más técnico de lo que parece.
Navegando en ceñida es el modo menos cómodo en un Figaro Bénéteau. Permanentemente golpea el barco inclinado hacia las olas. Para el regatista es un verdadero acto de equilibrio soportando el mar constantemente sobre la cubierta.
Es una manga real de resistencia que se inició en Sanxenxo ayer domingo y durante cuatro días, los regatistas de la Solitaire du Figaro se enfrentarán a condiciones difíciles donde se recompensa la mejor gestión del hombre y barco. Los primeros competidores se esperan en Concarneau el jueves por la tarde.
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