“El viejo y el mar” es una de las obras más importantes de Ernest Heminway en la que narra la lucha de un anciano con un pez que ha picado en su anzuelo, tras ochenta y cuatro días sin pescar nada.
Se trata de una historia simple y corta llena de referencias al mar y al mundo de la pesca, no en vano Hemingway la escribió mientras pescaba en Cuba por encargo de la Revista Life. Gracias a ella obtuvo el premio Pulitzer en 1953, y el Nobel de Literatura de 1954, por toda su obra. Lejos de lo que cabe esperar de una obra cumbre de un escritor tan importante, «El Viejo y el Mar» se trata de una obra de fácil lectura y cargada de vocabulario náutico.
En “El Viejo y el Mar”, se describe la dureza del oficio de pescador de manera que aparece como uno de los más difíciles existentes. Todas las mañanas se sale a faenar enfrentándose al mal tiempo, oleajes, humedad y sin horarios.
En «El viejo y el mar» Hemingway nos cuenta la historia de un anciano que un buen día, tras varias semanas sin pescar ningún pez, consigue que uno enorme pique el anzuelo. Y a partir de aquí empieza un tira y afloja entre el viejo y el pez; cada uno espera la rendición del otro, mientras se van alejando cada vez más de la costa. Esta es la historia y no hay más. En el libro se enfatiza en cualidades como la perseverancia, el coraje, el respeto y el amor de los pescadores por el mar y su duro oficio.
Del viejo pescador se dice en el libro que “todo en él era viejo, salvo sus ojos; y estos tenían el color mismo del mar y eran alegres e invictos”. «El Viejo y el Mar» es una excusa para hablarnos sobre persistir en tus objetivos, en no tirar la toalla por difícil que sea la empresa. Se ve la perseverancia del anciano y el sufrimiento físico y mental al que se somete para alcanzar su meta. Se ve las distintas fases por las que pasa; al principio está entusiasmado, luego hay momentos donde se replantea la empresa y en otros donde está a punto de rendirse y no lo hace, cegado por una meta que debe conseguir sea como sea.
Quien quiera saber quien gana de los dos, no tiene más que leerse esta novela y así disfrutar de ella y de las deliciosas descripciones que aparecen, ya que como he comentado anteriormente, el encanto de este libro se encuentra no tanto en qué sucede, sino en como está narrado.
Para los más vagos, esta novela ha sido llevada al cine en tres ocasiones, la primera en 1958 protagonizada por Spencer Tracy, en 1990 por Anthony Quinn y en 1999 en forma de película de animación, así que no hay excusa.
Editora del portal online Nautical News Today. Licenciada en Ciencias Medioambientales y especialista en recursos renovables.