Un arrecife de coral es una estructura de piedra caliza que proporciona refugio para casi un cuarto de toda la vida marina que hay en los mares. Como uno de los más grandes y complejos ecosistemas del planeta, los arrecifes de coral son hogar de más de 4.000 especies de peces, 700 especies de coral y miles de otras plantas y animales. Un pólipo de coral es el verdadero animal del coral, y juntos por millares forman las colonias de corales. Son parientes invertebrados de las anémonas y medusas. Estos pólipos usan el carbonato de calcio del agua para formar la estructura de piedra caliza que los protege, son de hábitos nocturnos, por lo que por la noche pueden apreciarse sus pequeños tentáculos cuando están alimentándose. Los corales duros se alimentan por unas pequeñas algas, que viven y crecen dentro ellos, las que usando la energía solar para el proceso de fotosíntesis, le proveen hasta el 98 % de sus necesidades nutricionales. Por supuesto solo pueden vivir en aguas poco profundas donde llega la luz solar. También se alimentan capturando con sus tentáculos zooplancton por la noche.
Un arrecife coralino esta formado por numerosas colonias de coral y diferentes variedades de: algas, esponjas, sedimentos y moluscos. Son estructuras complejas compuestas por muchas capas de pólipos y otros organismos muertos, y sobre ellos una fina capa de pólipos y organismos vivos. Los arrecifes de coral son uno de los ecosistemas más antiguos del planeta. Las primeras etapas de la evolución del arrecife de coral comenzaron hace 400 millones de años. Algunos arrecifes de coral tienen más de 10.000 años. Su crecimiento varia según la especie siendo de 5 mm por año la variedad que menos crece. Se estima que los arrecifes de coral cubren una superficie de 600 mil km cuadrados en el Pacífico, el Indico, el Caribe y el Mar Rojo, mayormente entre los trópicos de Cancer y Capricornio. También podemos encontrarlos donde fluyen las corrientes cálidas como en Florida y en el sur de Japón. Los arrecifes de coral crecen principalmente en aguas cálidas, aunque los corales suaves pueden hacerlo en temperaturas más altas o más bajas, pero con una tasa de crecimiento mucho más lenta. Su desarrollo más importante es en aguas poco profundas, hasta los 12 m, aunque podemos encontrarlos hasta una profundidad de 90 m. No siendo aptos para el agua dulce, nunca están cerca de las desembocaduras de los ríos.
Debido al incremento de la temperatura del agua por efecto del cambio climático, en los últimos 20 años se ha producido una pérdida importante de poblaciones de corales en el mundo. Desafortunadamente los corales no escapan a los efectos del calentamiento global, y se ha observado en esta última década un deterioro del estado de salud de muchas especies de corales y organismos propios del arrecife.
Al igual que los demás animales, los corales comen, crecen, se reproducen… y también se enferman y mueren por el ataque de microorganismos patógenos como protozoarios, virus y bacterias o por el estrés causado por el ambiente. De estas enfermedades el blanqueamiento de los corales ha adquirido una gran importancia, es un fenómeno que puede llegar a destruir colonias enteras de arrecifes de coral. Los corales viven en simbiosis con algas microscópicas llamadas zooxantelas, de las cuales obtienen oxígeno y alimento, además de sus colores característicos. Numerosas investigaciones han demostrado que al incrementarse la temperatura del agua, los corales expulsan las zooxantelas, lo cual los lleva, literalmente, a morir de hambre. La zona afectada se torna blanca por la pérdida de las algas que le dan el color, de allí el término «blanqueamiento».
Y para muchos arrecifes, algo anda muy mal. Desde la década del ‘50 han desaparecido ya un 20% de la población mundial de corales. Pero el deterioro es vertiginoso, y tal vez hagamos desaparecer el 80% restante en menos de 30 años.
Edificacion, construcción de infraestructuras, sobrepesca, se unen a la contaminación por vertidos toxicos y al aporte de sustancias como el nitrógeno, fosforo y materia organica, todo ello ocasiona una falta de oxigeno que mata la fauna y flora marina del area y es prácticamente irreversible
La región del Caribe y el Triangulo del Coral entre Indonesia, Malasia y Filipinas es la que tiene el mayor numero de especies de coral amenazadas.
Por ello, si la cosa sigue así y seguimos contaminando, auguran que muchos corales se extinguirán. Los resultados muestran que los corales están más en peligro que todas la especies terrestres, excepto los anfibios, y ello afectará gravemente a millones de personas que viven de los arrecifes. Su función, no es sólo proporcionar pesca, sino que también protegen las costas de la erosión y las inundaciones que causan las tormentas tropicales.
Los corales Staghorn encabezan la lista roja por su elevado riesgo de desaparición, mientras que el Caribe es la zona con más arrecifes en grave peligro, incluyendo también el de la especie Elkhorn. Entre las zonas vulnerables destaca también el llamado Triángulo del Coral, una de las áreas con más biodiversidad del planeta, en el Pacífico Oriental, pero que sufre los efectos de la superpoblación.
O reducimos las emisiones de CO2 o los corales se perderán para siempre. Mejorar la calidad del agua, la educación y las prácticas de conservación a nivel local es esencial para proteger los maravillosos arrecifes coralinos.
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