Como viene siendo costumbre en estos últimos tiempos, el ansia por el poder y la riqueza se eleva hasta límites insospechados en los que no se respeta ni la naturaleza ni la propia vida humana. Guerras, destrucción y esclavitud por codiciados metales y minerales, que harán ricos a sólo unos pocos. Pues tengo una mala noticia, ahora parece ser que la codicia humana da un paso más allá, ya que acaban de dar luz verde a la primera mina submarina.
Si, habéis leído muy bien, una mina submarina, ya hay luz verde para el proyecto que permitirá destrozar el fondo del mar para obtener metales de gran valor como el oro y el manganeso, y nada más ni nada menos que en Papua Nueva Guinea, una zona de aguas cálidas y transparente con una rica y abundante diversidad de vida.
El proyecto, llamado Solwara 1, pertenece a la compañía canadiense Nautilus Minerals Inc, la cual ya ha firmado un acuerdo con el gobierno de Papua Nueva Guinea …que fácil debe de ser destrozar una zona que se encuentra a miles de kilómetros de casa, sobretodo si es un país que no se encuentra en el mal llamado “primer mundo” ¿verdad?, si el proyecto fuera en aguas canadienses, estadounidenses o europeas, me jugaría la mano derecha a que las cosas serían de otra manera…
La gran mina submarina está prevista que se sitúe en el Mar de Bismark, al norte de Papúa Nueva Guinea, a 30 kilómetros de la costa y a unos 1600 metros de profundidad. ¿Vosotros querríais ir de vacaciones a una playa paradisíaca en la que a apenas unos kilómetros hay una mina? Yo no. Me pregunto cómo afectará la mina submarina a los débiles y delicados corales y al hábitat que generan en la isla….mis estudios me permiten hacerme una idea de lo que puede pasar y no es nada bueno…
Además, fuera del ámbito medio ambiental, para un país en el que uno de sus pilares de subsistencia es el turismo, ¿el gobierno se ha parado en pensar que pasará a largo plazo con el turismo si este proyecto sale adelante?¿Serán más rentables los beneficios de la mina que los del turismo? y sobretodo ¿los beneficios llegarían al pueblo o se perderían en las altas esferas gubernamentales?¿Que pasará cuando la mina eche el cierre? ¿De que vivirá la isla? Muchas preguntas que dudo mucho que le interesen a la compañía minera…mientras ellos obtengan beneficios…
Los estudios previos a este vergonzoso proyecto, arrojan las expectativas de que, en base a una hipotética extracción de un millón de toneladas de lecho marino, por cada tonelada se obtendrán 5 gramos de oro, 23 gramos de plata, y una media de un 7’2% de cobre y 0’4% de zinc por tonelada.
Las maquinas que se encargarán de destrozar en fondo del mar, serán dirigidas de forma remota desde un barco de apoyo – el cual ya está en construcción – desde la superficie.
Por suerte o por desgracia – según como se mire – parece que este es el único proyecto de este tipo que avanza. Sin embargo, el número de permisos emitidos para la extracción de minerales en el fondo del mar por ahora está en 17, con otras 7 autorizaciones pendientes de aprobar. En estos permisos se pretende explotar bastas extensiones de los océanos Pacífico, Atlántico e Índico.
Los científicos ya han dado la voz de alarma por estos proyectos. Advierten del enorme impacto que supondrán en los ecosistemas acuáticos – mucho más complejos que los terrestres – por ruidos, resuspensión de los limos y arenas del fondo, y el evidente destrozo morfológico del hábitat en sí.
A ver si de una vez por todas nos damos cuenta de que si el mar muere ¡nosotros también! que de forma directa o indirecta, nuestras supervivencia depende de la supervivencia de los océanos. Si el 70% de nuestro planeta se convierte en una fosa séptica, nosotros – por no decir la vida en general – estamos condenados a la extinción. Cualquier impacto, por mínimo que sea, afecta a todo el planeta, puesto que todo está conectado por las corrientes marinas, los vientos, las migraciones de los animales…
Aún hay una pequeña esperanza de que la compañía canadiense no consiga todos los fondos necesarios para el proyecto. Aquí os dejo el enlace a una petición de firmas para frenar este bochornoso proyecto, no se si servirá de algo, pero toda ayuda es buena, nosotros, el equipo entero de Nautical News Today, ya hemos firmado.
Para finalizar, aquí os dejo un antiguo proverbio indio que creo que para este caso viene como anillo al dedo: “Sólo cuando el último árbol haya sido cortado, sólo cuando el último río haya sido secado, sólo cuando el último animal haya sido cazado, sólo cuando el último monte haya sido destrozado, nos daremos cuenta de que el dinero no se puede comer”.
Comunicadora colaboradora de Nautical News Today especializada en medio ambiente marino, biología marina y ciencias del mar.