El pasado 5 de octubre se creó en Holanda la ola artificial más grande desde que se empezó a utilizar esta tecnología. La altura de la ola fue de 5 metros, aunque se espera que en intentos posteriores se llegue a más.
Esta gran ola fue creada por una placa de 7 metros de altura, movida por cuatro pistones muy potentes, que permiten crear olas en un canal de 300 m de largo, 5 de ancho y 9,5 m de profundidad.
La idea inicial de la fabricación de dispositivos que puedan fabricar grandes olas artificiales es la de comprobar el efecto que tienen este tipo de olas al impactar contra diques, playas e infraestructuras marinas, pero a parte de esta aplicación científica hay quienes han visto en esta tecnología la forma de aplicarla al deporte.
Desde que nació esta tecnología han ido proliferando las piscinas de olas artificiales para fines lúdicos e incluso para la práctica del surf.
Se ha llegado al extremo de que una empresa australiana llamada Surf Lagos está solicitando 500,000 dólares a través de Indiegogo para crear una piscina de olas artificiales, capaz de producir 3.000 olas por hora. La ubicación propuesta es Brisbane, capital de Queensland, situada a unos 100 kilómetros de la Costa de Oro de Snapper Rocks y Burleigh Heads.
Ninguno de los otros parques de olas artificiales existentes, tales como Wavegarden en España, la piscina Wadi Abu Dhabi o Sunway Lagoon de Malasia, utiliza un diseño concéntrico para crear olas para surfear.
«Empujamos el agua de forma concéntrica desde el centro de la piscina y dependemos de los contornos en la piscina para generar la forma de la ola», indica el ingeniero de la empresa Suf Lagos.
Esta nueva técnica de formación de olas artificiales unida a la proliferación de las piscinas para la práctica del surf hace que este deporte tenga un futuro garantizado.
Editora del portal online Nautical News Today. Licenciada en Ciencias Medioambientales y especialista en recursos renovables.