Hay muchas clases de las olas del océano, y algunas de ellas son sin duda enormes. Sin embargo, no todas las grandes olas son olas gigantes. Tormentas fuertes, tales como los huracanes, pueden causar grandes olas, pero estas olas tienden a ser relativamente regulares y predecibles, aunque ciertamente capaz de causar graves daños a los barcos y las zonas costeras.
Las olas gigantes, de las que los hombres de mar han hablado durante siglos, a menudo están relacionadas con desapariciones inexplicables en el mar; hasta hace poco se han considerado un mito. Pero los nuevos estudios que utilizan los avances tecnológicos como boyas, radares y satélites científicos han demostrado su existencia y que hay muchas mas de las que podemos creer.
Estas olas gigantes han podido ser la causa de trágicos accidentes en el mar, no sólo debido a su inmenso poder y alturas (que alcanzan más de 40 metros), si no por su naturaleza impredecible que plantea una amenaza mayor. Estas olas gigantes han hundido más de 200 superpetroleros y naves con una eslora superior a 200 metros.
Actualmente hay métodos de detección, como boyas de olas para medir la altura de estas ondas en el mar pero la información que proporcionan no es tan completa, puesto que sólo miden las olas en un solo punto en el mar y carecen de la dimensión espacial.
Un equipo de la Universidad Nacional Australiana, acaba de publicar una serie de ecuaciones que pueden explicar el fenómeno y anticiparse a la aparición de una de estas olas gigantes, aunque sea con escaso margen de tiempo. «Un dispositivo en el mástil de un barco que analiza la superficie del mar quizá podría dar una alerta con un minuto de antelación de que se está gestando una ola gigante»,»Incluso unos segundos serían suficientes para salvar vidas», añaden.
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