Lolistraw, las pajitas del futuro
Cuando pensamos en contaminación marina lo primero que nos viene a la mente son los plásticos ¿verdad?. Los plásticos se han convertido en una constante en los océanos y personalmente creo que aún la sociedad no es consciente del daño que provocan los distintos tipos de plásticos, como por ejemplo algo tan habitual como las pajitas para beber.
Las pajitas, algo que a simple vista nos parece inocuo, provocan un gran impacto en el medio ambiente marino. Por ejemplo, se han rescatado multitud de tortugas marinas que habían aspirado pajitas y las tenían atascadas en los conductos nasales.
Se estima que en Estados Unidos se utilizan una media de 500 millones de pajitas diariamente, con que apenas un 1% o incluso menos llegue al mar estamos hablando de que al mar llegan cientos de miles o millones de pajitas al día. Si, a demás, tenemos en cuenta que una pajita tarda entre 100 y 500 años en descomponerse, no hace falta ser muy listo para darse cuenta de la catástrofe medio ambiental que pueden provocar las pajitas.
La empresa estadounidense Loliware se dio cuenta de este posible desastre ecológico y se puso manos a la obra creando Lolistraw. Este invento consiste en pajitas comestibles y biodegradables. Las Lolistraw están hechas de algas comestibles compactadas en forma de pajita.
Estas pajitas tienen una funcionalidad de 24 horas desde que se sumergen en líquido. Pasado este tiempo comienzan a degradarse. Tras su uso tienes varias alternativas posibles para deshacerte de ellas: o te las comes, o las utilizas para hacer compost, o las tiras a la basura orgánica. En caso de no comértelas, éstas apenas tardarán 60 días en descomponerse ya sea en compost o en la basura.
Las Lolistraw, disponibles en varios colores, saltaron a la plataforma de crowdfunding Kickstarter e Indiegogo para obtener financiación. Tras conseguir más de 1000 patrocinadores, se ha superado con creces el dinero necesario para empezar el proyecto, por lo que a pesar de que aún no están a la venta, el proyecto tiene buenas perspectivas de salir al mercado.
Mientras este y otros proyectos innovadores y respetuosos con el medio ambiente salen al mercado, en nuestro día a día podemos realizar pequeñas acciones que ayuden a impedir que siga aumentando la cantidad de plásticos en los océanos. Por ejemplo, si pedimos una bebida en un bar o restaurante podemos decirle al camarero que nos la traiga sin pajita y en una botella de cristal en lugar de una de plástico. Porque las pequeñas acciones no cuestan nada y ayudan a que no empeore la situación que al final revertirá sobre nosotros mismos.
Comunicadora colaboradora de Nautical News Today especializada en medio ambiente marino, biología marina y ciencias del mar.