Los parques eólicos marinos se están posicionando durante estos últimos años para paliar el cambio climático junto con otras energías alternativas, pero ¿es oro todo lo que reluce?
En la última década, el número de parques eólicos marinos han proliferado como las setas, normalmente cerca de aguas poco profundas cercas de la costa. Incluso puedes construir tu propio parque eólico en casa.
La generación de energía por medio de la fuerza del viento no es contaminante en cuanto a vertidos se refiere y se considera una energía limpia e inagotable.
La construcción de estos parques eólicos en la zona costera, se produce debido a que los construidos en tierra «afeaban» el paisaje, además que hay bastas zonas marinas a las que apenas les estamos dando uso.
Por otro lado, estas aguas costeras son las más productivas en cuanto a fauna y flora, por lo que, ¿cómo pueden impactar estos parques eólicos en los sustratos blandos, aves, mamíferos y fauna marina en general?
Para la construcción de estos parques eólicos son necesarias evaluaciones de impacto ambiental detalladas sobre los daños que pueden ocasionar y métodos para paliarlos.
Según Repsol, la energía eólica marina representa ya un 2% de la capacidad mundial instalada de producción eólica, según el Consejo Global de Energía Eólica (GWEC), que agrupa a empresas e instituciones del sector.
Más del 90% de las centrales eólicas marinas se encuentra en el norte de Europa, donde casi 2.000 aerogeneradores están ya en funcionamiento.
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Según un estudio realizado en 2014 por Quinten Vanhellemont y Kevin Ruddick, los efectos sobre los sustratos blandos las aves marinas y los mamíferos marinos son muy considerables.
En imágenes captadas por el satélite Landsat-8 se observa el impacto de los parques eólicos offshore en sedimentos suspendidos. Los lechos arenosos se desprenden por la fuerza de estos aerogeneradores.
Se observan turbinas que están alineadas con las corrientes de marea y miden entre 30 y 150 metros de ancho y varios de longitud así que el impacto ambiental de estos aerogeneradores a la fuente del material suspendido aún no están claros.
La cantidad de luz que llega a los fondos marinos se va a ver afectada por este material en suspensión, y eso afectaría a la flora y fauna que habita en la zona.
Los parques eólicos marinos modifican las corrientes de aire en la superficie, y también altera el suelo marino y el transporte de sedimentos: «el hecho de que las olas cercanas a los parques eólicos y sus estelas sean más oscuras significa que el contienen más sedimentos en suspensión» que el mar que lo rodea, explica el investigador Quinten Vanhellemont.
Ante estos datos nos hace plantearnos las siguientes preguntas: ¿es posible crear energía realmente limpia sin dañar el entorno?, ¿a qué seríamos capaces de renunciar para conseguirlo? y lo que en realidad importa, ¿somos capaces de renunciar a algo?
Editora del portal online Nautical News Today. Licenciada en Ciencias Medioambientales y especialista en recursos renovables.