Los seres humanos han desarrollado y mantenido fuertes vínculos con el medio marino para la salud, la supervivencia y la recreación, utilización de los recursos del océano sin fin a nuestra disposición. Pero los recursos oceánicos y su resistencia son finitos. Lamentablemente muchas de nuestras actividades diarias, ya sea que involucran íntimamente al mar o que se producen a cientos de kilómetros de la costa más cercana, amenazan el océano. Nuestras acciones tienen intima relacion, tanto directa como indirecta con los efectos negativos que producimos en nuestras aguas.
Si bien casi la mitad de la población mundial humana vive dentro de los 100 Km. de una costa, todos dependemos del océano y los recursos que proporciona, ya sea para los alimentos que consumimos o el oxígeno que respiramos. El océano ofrece beneficios incalculables, por ejemplo:
La regulación del clima: la dinámica del océano afecta en gran medida al clima y los patrones climáticos; trasmiten el calor desde el ecuador hacia los polos y modera los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera.
Alimentación: El pescado es un alimento básico y fuente de proteínas. El consumo per cápita de productos del mar está aumentando en todo el mundo.
Economía: La relacionada con la industria del Océano proporciona ingresos a través de la pesca, la distribución de productos del mar, el turismo, la recreación y transporte. Los mariscos se han convertido en uno de los artículos más exportados en el mercado global de hoy.
Transporte: El océano esta enlazado a más del 90 por ciento del comercio mundial.
Medicina: La elaboración de productos biomédicos derivados de plantas marinas y animales proporcionan importantes medicamentos y beneficios para la salud.
Recreacion: Los beneficios intangibles derivados de pasar tiempo en este lugar y alrededores son inconmensurables.
No sólo estamos contaminando el océano y sus habitantes, que son en última instancia, nuestros mismos contaminantes. Nuestra salud depende directamente de la salud de los océanos para nuestro sustento más básico de alimentos y agua.
Mariscos: Se ingieren productos químicos dañinos a través de productos del mar cargado de toxinas, como mercurio y PCBs. Estos contaminantes, entre otros, tienen graves consecuencias para el desarrollo.
Agua: el agua contaminada nos trasfiere enfermedades y químicos tóxicos. Cada año, más de 3,5 millones de personas mueren en todo el mundo por enfermedades relacionadas con el agua.
Basado en los contaminantes del terreno: residuales procedentes de la tierra, como los plásticos y la electrónica representan el 80 por ciento de los desechos marinos.
Productos químicos tóxicos: los productos químicos que han sido implicados en el cáncer, problemas de desarrollo y la salud de otros temas terminan en el océano.
Derrames de petróleo: Se calcula que 706 millones de galones de petróleo se filtran por los buques o de lavado de la tierra en el océano cada año, sin olvidar los vertidos por catastrofes ecologicas.
Las emisiones de carbono: Los océanos han absorbido alrededor del 50 por ciento de dióxido de carbono de las emisiones de carbono, dando lugar a un aumento del 30 por ciento de la acidez del océano desde la Revolución Industrial.
Lo que se pierde no se puede recuperar, pero podemos – y debemos – cambiar nuestras maneras de proteger y restaurar lo que queda de los sistemas naturales que nos sostienen, si queremos prosperar como especie. Una mejor instruccion, y consumidores más informados son esenciales para lograr una mayor protección de los océanos y la garantía de un suministro duradero. La necesidad de información nunca ha sido más urgente, se nos esta acabando el tiempo.
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