Las perlas naturales y las cultivadas
Una de esas maravillas escondidas en los mares son las preciadas perlas naturales que pueden llegar a alcanzar cifras económicas astronómicas incrustadas en joyas que realzan su belleza. Aunque por norma su tamaño es muy pequeño, la perla más grande del mundo pesa 34 Kilos, una rareza que fue encontrada en la isla de Palawan con valor incalculable. En realidad, la perla natural es rara, es una de esas curiosidades del mar que sorprenden y se encuentran casi sólo en los museos. Las perlas cultivadas se producen inseminando artificialmente las ostras en criaderos especializados.
La estimación, es que el 99% de las joyas con perlas que podemos encontrar en los diferentes comercios, son directamente cultivadas. Según algunos expertos biólogos, existe una posibilidad entre diez mil que se formen en modo natural, lo que explicaría indudablemente que las perlas naturales tienen un alto precio y son difíciles de conseguir si no tenemos un bolsillo económicamente abultado. Por aquel 1893, el Señor Kokichi Mikimoto, un empresario emprendedor de Japón descubrió la forma de cultivar perlas y así poder obtener sustanciales beneficios económicos.
Cómo se forman las perlas naturales
El origen de este tipo de gemas que cuándo es cuando un cuerpo extraño, un grano de arena un simple parásito, penetra de forma accidental en la parte interior o exterior de las valvas de la ostra. Esto produce una reacción donde el molusco que no puede expulsar ese cuerpo extraño, mediante un mecanismo de autodefensa, segrega una especie de sustancia cristalina dura que va a envolver el objeto. Esta sustancia cristalina se le denomina madreperla, qué es producida de forma continua hasta que el cuerpo extraño queda en la parte interior de la ostra. Posteriormente a lo largo de muchos años, ese antiguo grano de arena o parásito es completamente recubierto por esa sustancia obteniendo esa preciosa gema.
Cómo se cultivan las perlas
Los moluscos que son utilizados para el cultivo de las perlas se reproducen normalmente en zonas de agua templada como puede ser el Golfo Pérsico, Australia, Japón, Vietnam o el Caribe. También otros países han entrado en el mercado de las perlas cómo puede ser la zona de Polinesia, Indonesia o la todopoderosa China.
Existen dos métodos de cultivación: con injerto del núcleo o con injerto de tejido de las valvas; en las ostras se utiliza el primero. Se trata de una operación quirúrgica practicada por técnicos especializados, generalmente japoneses. Extraída del agua y llevada a las estaciones en tierra o a las naves de apoyo, la ostra es lavada, puesta en una cuña de madera que ensancha las valvas y llevada a la “sala de operaciones”. Aquí se le introduce un separador de acero y es puesta sobre un trípode. Con bisturí e instrumentos especiales se corren los órganos del molusco y se introduce en el interior del órgano reproductor una pequeña porción de valva, antes absorbida de otra ostra. El molusco es liberado del separador y devuelto al mar.
Recordamos que hace poco hablamos de los diferentes cultivos que se practican en el mar con el artículo de acuicultura marina.
Tipos de perlas cultivadas
Aunque existe una gran variedad que nos podemos encontrar en los mercados normalmente encontraremos cuatro tipos de perlas comunes que tienen más o menos unas características similares, aunque cambian en color, forma y la zona recolectada.
Las más destacadas son provienen de la zona australiana, la la región de Tahití, de Mave y Freshwater.
1.- Perlas australianas
Son cultivo artificial en las aguas saladas del norte de Australia, zona de Filipinas e Indonesia. Una de las más valiosas del mundo por tener una perfección en forma color y tamaño con un tiempo de creación entre 3 y unos 9 años dependiendo del molusco y de la forma y el tamaño que se desee que tenga. En cuanto colores tenemos una gama distinguida desde el blanco más puro, tonos pasteles hasta el negro intenso.
En cuanto a la forma, las podemos encontrar con la esfera perfecta, de una forma irregular (Terminado con el barroco) y con forma de lágrima. El tamaño medio de una perla está entre 9 mm a los 28 milímetros.
2.- Perlas de Tahití
Se elaboran en la zona de Polinesia Francesa y las islas del Oceánico Pacífico. Las más singulares y apreciadas son las perlas de color negro ya que son únicas en el mundo con un tamaño inferior a la media de las perlas australianas ya pueden alcanzar hasta los 13 milímetros.
3.- Perlas Freshwater
Las que se dominan perlas de agua dulce dado que se cultivan en ríos y lagos en regiones de China con un tiempo de cultivo de entre 4 años y 6 meses. Cuyo valor económico es mucho más inferior que los dos anteriores tipos de perlas cultivadas.
4.- Perlas Mabe
Los profesionales de la joyería las denominan perlas japonesas. La diferencia con las anteriores es que la perla crece fijada a la concha del molusco en vez de ser creada en la parte interior. Estás no tiene una forma especialmente redonda en muchos casos siendo plana por un lado, especialmente utilizada para la fabricación de pendientes. El tiempo de cultivo es mucho menor, siendo alrededor de 2 años.
Cómo cuidar las perlas
Mejor calidad de las perlas, más tiempo duran. No es cierto que para mantener el color y el brillo deban llevarse siempre puestas. En Persia se encontraron collares de perlas de más de 2.500 años, y en perfectas condiciones.
Los problemas derivan de guardarlas en contacto con otros objetos, que las pueden rayar, y del contacto con perfumes cuyo alcohol daña a la piedra constituida de carbonato de calcio, sensible a las reacciones químicas.
No se deben lavar con productos químicos o abrasivos: se marcan con facilidad, sobre todo si están en contacto con sustancias ácidas. Se deben conservar en bolsitas de seda, algodón o gamuza. Las perlas enhebradas en hilo de nailon o seda pueden ser lavadas con una solución de jabón neutro muy diluida y secadas inmediatamente.
Cómo se determina la calidad de las perlas
Para establecer la calidad en la alta joyería, los gemólogos consideran la luminosidad, el aspecto de la superficie, la forma, el color y el tamaño. La luminosidad indica el grado de intensidad de luz reflejada por las perlas, mientras el aspecto de la superficie considera las imperfecciones.
La luz refractada a través de los cristales de calcio deja ver todos los colores del arco iris. Las formas más preciadas son las redondas o en forma de gota. Que las perlas sean grandes, no significa que sean las mejores. Los expertos las eligen más pequeñas, pero más brillantes.
Desde la época de Mikimoto hasta hoy, la tecnología no ha cambiado mucho a la cultivación y a la recolección de piedras. Los procedimientos de cultivo de perlas, recolección y selección son efectuados manualmente por expertos, de igual forma que en el pasado.
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Especialista en noticias y artículos de interés relacionados con el mundo marino y la náutica deportiva.