Los impulsores (públicos y privados) del sector de los megayates en Barcelona ya tienen los que querían: una marina llena (¡y no hace ni un año que empezó a funcionar!).
Muchos en Barcelona no ven bien el tema de los megayates (empezando por el actual equipo de gobierno del Ayuntamiento): elitismo, nos echan de zonas públicas, solo se busca el dinero, dicen… Pero la verdad es que el acceso a los pantalanes del Port Vell siempre ha estado vallado; que se puede seguir paseando tranquilamente por el muelle de la parte trasera del acuario; y que las vistas desde las zonas transitables del Port Vell siguen siendo igual de buenas que antes. Solo en algunos puntos no se puede ver toda la dársena; pero no por culpa de los dos nuevos edificios de la marina (pequeños, de dos plantas uno, de una sola planta el otro – mucho más alto es el del cine IMAX, justo enfrente y tapando la vista de Montjuich); sino más bien a causa de los propios yates, muchos de ellos más altos incluso que los dos edificios.
Pero esto no es Mónaco, donde cualquier calle es una perfecta atalaya sobre la bahía y Port Hercule. Aquí, como mucho, puedes subir a las terrazas del centro comercial y echar un vistazo a los megayates justo enfrente; eso sí, paseando por los muelles estás a escasos diez metros de ellos. Algo es algo.
Desde luego, para los que nos gustan los yates y megayates (y para verlos, cuanto más grandes mejor), nunca tendremos suficientes marinas por las que pasear. Desde Barcelona (donde también tenemos Port Forum) podemos bajar hacia Vilanova Grand Marina y Port Tarraco; pasar por Valencia (¿qué pasará finalmente con la Marina Real Juan Carlos I?), Cartagena o Puerto Banús; y llegar hasta Sotogrande, en Cádiz. Por no hablar de los puertos en las Baleares.
No, no somos Mónaco; pero tenemos muchas ventajas y los armadores de los megayates lo saben: astilleros reseñables en Barcelona, Cartagena y Palma; una costa mediterránea que todo el mundo quiere visitar; y somos zona de paso casi obligado de camino al Estrecho. Sin olvidar el norte, también zona de paso para los yates que van y vienen de Alemania, Holanda, Inglaterra o el litoral atlántico de Francia. (En Vigo, por ejemplo, también intentan impulsar el sector.) Cada vez hay más megayates, y cada vez visitan más nuestras costas (más allá del consolidado núcleo balear).
Démonos la enhorabuena, y trabajemos para tener cada vez más instalaciones, y mejores. Será bueno para los que nos gusta ver barcos; y también para los que trabajamos con ellos. De hecho, ¿hay alguien para quien no sea una buena noticia?