En 1970 se publica la novela “Relato de un náufrago” que relata la historia acaecida a un marinero colombiano llamado Luis Alejandro Velasco.
En realidad el título completo de la novela es un resumen de la misma: Relato de un náufrago que estuvo diez días a la deriva en una balsa sin comer ni beber, que fue proclamado héroe de la patria, besado por las reinas de la belleza y hecho rico por la publicidad, y luego aborrecido por el gobierno y olvidado para siempre.
La novela está basada en una serie de publicaciones de García Márquez en el diario “El Espectador» de Bogotá en 1955 en donde, tras varias entrevistas con el náufrago, realizó este reportaje periodístico.
Se narran los 10 días que pasó el marinero de una buque militar colombiano en alta mar tras el naufragio de su embarcación debido a la sobrecarga situada en la cubierta del buque que se desprendió a causa del viento y del oleaje y se llevó al agua a ocho marineros. La desgracia quiso que el náufrago fuera el único que alcanzara a nado una de las balsas arrojadas por el destructor. Impotente, nada pudo hacer por sus compañeros, que se ahogaron a pocos metros de donde él estaba.
Mientras el buque de guerra proseguía su rumbo sin detenerse (llegó a su base con puntualidad), el náufrago esperó inútilmente que le rescataran con rapidez. En una balsa a la deriva, desprovista de víveres, en compañía de su reloj y tres remos, resistió durante diez días la sed, el hambre, los peligros del mar, el sol abrasador, la desesperación de la soledad, la locura, únicamente con su instinto de supervivencia. Aunque los aviones colombianos y norteamericanos de la Zona del Canal pasaron muy cerca de él, no llegaron a localizarle.
Tras comprender que nadie podría ayudarle, y aun cuando deseó la muerte para dejar de sufrir, sobrevivió contra todo pronóstico a las condiciones adversas. Aunque cazó una gaviota no pudo llegar a comérsela, y los tiburones le arrebataron un pez verde de medio metro que llegó a atrapar y del que sólo probó dos bocados. Tampoco consiguió despedazar sus botas ni su cinturón para aplacar el hambre, ni la lluvia hizo acto de presencia para permitirle beber.
Finalmente, el náufrago llegó moribundo y exhausto a una playa cercana a Mulatos, una localidad de Colombia. Desde allí es acompañado por un séquito de cientos de personas hasta San Juan de Uraba, donde visita a un medico y es trasladado a Cartagena, donde su familia lo espera.
Una vez allí es convertido en un héroe nacional, y echo rico por la publicidad. Se publicaron multitud de relatos falsos ocultando la historia del contrabando y demás parafernalias inventadas por el gobierno de Colombia.
Tras la publicación del relato verídico en “El espectador”, las corruptas autoridades obligaron a Gabriel García Márquez a exiliarse, y Luis Alejandro Velasco pierde su carrera en la marina y toda la fama acumulada.
Editora del portal online Nautical News Today. Licenciada en Ciencias Medioambientales y especialista en recursos renovables.