De reciente apertura pero atesorando una larga trayectoria previa, Mauro Restaurante se sitúa ya entre los recomendables de la provincia pontevedresa.
Mauro Restaurante puede presumir de su ubicación y entorno privilegiados en Vilaboa (Pontevedra). Mauro es un local de madera construido sobre el agua, justo en el acceso a los muelles del pequeño puerto deportivo de San Adrián de Corbes, que ofrece una relajante tranquilidad y las vistas privilegiadas de la parte finas de la ría de Vigo, cerca del puente de Rande. Un bello rincón donde resulta fácil relajarse y tener los cinco sentidos prestos a disfrutar de una buena comida o cena, tanto por el marco que la envuelve como por la su amplia carta y se selección de vinos apropiados para regar pescados, mariscos y las demás sugerencias de la carta.
Mauro Restaurante tiene un local con un aire entre rústico y muy marinero de esos locales habituales en la costa norteamericana. Diáfano, de colores claros, grandes ventanales y una terraza de madera envidiable. Allí se instaló su propietario Mauro Durán en 2015, tras decidir emprender esta nueva aventura junto a su mujer, luego de casi treinta años trabajando en un restaurante familiar en Vigo. Allí conoció el ofició y su devoción por la calidad del producto, entre los que lógicamente en un establecimiento gallego brillan pescados y mariscos, tratados artesanalmente.
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Siendo gallego e hijo de un marinero, en el restaurante de Mauro Durán el pescado y el marisco tienen especial protagonismo. Definen su cocina como artesanal, con producto fresco y de primera calidad. Entre sus especialidades se encuentran un carpaccio de lubina, lenguado de la ría, empanada de xoubas o su arroz negro con chocos, aunque la propuesta de Mauro va más allá.
Su carta propone un grupo de entrantes para picar y compartir, donde no falta el pulpo a feira, chipirones, calamares y pastel de cabracho. Las opciones de marisco son amplias y atractivas: almejas, navajas, zamburiñas, bogavante, cigalas, percebes, centolla o camarones. Entre los pescados encontraremos lenguado, rape, rodaballo, merluza, y una sugerente caldeirada marinera. No faltan arroces marineros. Su carta de postres es amplia, apetecible y con alguna originalidad como su torrija con helado de turrón.
Sin ser barato, no es de precio desorbitado, estando acorde al nivel de los platos elegidos. Por unos 30 euros podemos salvar la visita a este coqueto restaurante ubicado en un marco excepcional.
Sus horarios son de 11:30 a 2400 Horas de martes a sábado, y mientras el domingo el cierre se adelanta a las 21:00 horas. El lunes no está abierto, y es conveniente reservar previamente.
Periodista colaborador de Nautical News Today especialista en Gastronomía Marinera, restaurantes de cocina del mar y destinos gastronómicos.