Imagínate corriendo por un bosque frondoso. Tras un claro ves unas rocas; subes por ellas en cuatro saltos y ves que has llegado a la orilla de un ancho brazo de mar. ¿Un obstáculo? ¡Para nada! Te lanzas al agua y cruzas el fiordo, escalas otras pocas rocas cuando llegas al otro lado y sigues corriendo por el bosque que se abre, de nuevo, ante ti. Es el swimrun, el nuevo deporte que viene del norte.
Swimrun, su nombre lo dice todo: correr y correr, de preferencia fuera de carreteras asfaltadas; y cuando llegas a la playa te lanzas al mar y nadas hasta un punto en el que entras de nuevo en tierra para seguir corriendo. Puede ser que hayas atravesado un río, un canal hasta una isla o, como hemos dicho, un fiordo. Y es que este nuevo deporte nos llega desde Suecia, donde es de lo más fácil encontrar un brazo de mar que atravesar.
El swimrun no sigue las plantillas típicas de triatlones, duatlones o acuatlones (una sección de cada disciplina, por circuitos marcados), sino que se van encadenando tramos nadar-correr-nadar-correr-nadar-correr al gusto del organizador, en una secuencia lineal con cierto gusto por la aventura (o cuando menos por las aguas abiertas y los caminos poco transitados).
Tampoco vas a necesitar tu carísimo equipo de triatlón. No puedes cambiarte de ropa, no hay boxes, no hay respiro: tienes que llevar contigo todo lo que vayas a necesitar, desde la salida hasta la meta:
- Para nadar: bañador, neopreno, gorro y gafas
- Para correr: zapatillas con una buena suela antideslizante
- Bebida y comida
Ve pensando cómo cortarás tu neopreno para que te sea cómodo correr con él. ¿Tus zapatillas son resistentes al agua? Mejor si además son ligeras. Y la mochila que te regalaron como finisher de aquella Iron Man no te servirá; hazte con una bolsa estanca, y sobre todo que no sea muy incómoda de llevar ni al nadar ni al correr.
Para facilitar el reto, y como nadas vestido, está permitido usar pull buoy y manoplas.
El swimrun es un deporte de equipo, o más bien de parejas: los dos miembros del equipo deben ir juntos en todo momento. Una buena norma por cuestiones de seguridad, ya que la idea es correr por sitios relativamente salvajes; o al menos zonas no cerradas, espacios naturales, etc., donde uno se puede encontrar – dependerá de la prueba – renos, jabalíes, ovejas o coches.
En algunas pruebas necesitarás llevar brújula; y, siempre, un silbato para pedir ayuda. Quién sabe, puede que te pierdas en el bosque, que resbales en un acantilado o, lo más probable, que simplemente te quedes sin resuello: esas cosas que nunca te pasarán en el triatlón de tu ciudad o en la travesía de la playa en el pueblo en que veraneas.
El origen de esta disciplina parece poco saludable: una apuesta entre dos suecos borrachos con el objetivo de correr y nadar a través de más de 20 islas de la zona de Estocolmo. Esto fue en 2006, y en los últimos dos años su idea se ha exportado, entrando con fuerza por todo el norte de Europa, sobre todo en Reino Unido (varios eventos en 2015, una docena más planeados en 2016; uno de ellas atraviesa el lago Ness; otro, más asequible, en Londres), Italia y Dinamarca. Y en España, por supuesto, con un par al menos que conozcamos, este año (uno al norte de Barcelona y otro en la Costa Brava).
Las previsiones de crecimiento de este nuevo deporte son enormes. Para practicarlo, de momento solo te tendrás que gastar el dinero (¡y no poco, por lo que hemos visto!) en la inscripción a la carrera. Pero probablemente en dos años tendremos que escribir otro artículo hablando de la parte comercial que aparecerá, seguro: neoprenos para swimrun, zapatillas para swimrun, mochilas para swimrun, herramientas de autodefensa para swimrun…
¿El lado salvaje de la natación? ¿Carreras de montaña pasadas por agua? ¿Cross-fit aplicado al triatlón? Simplemente swimrun, un deporte diferente.