La acuicultura marina
Se estima que en el año 2050 la acuicultura o acuacultura superará la pesca tradicional como fuente de proteínas para la humanidad. Recordamos que estamos hablando que el objetivo de la acuicultura es el cultivo de organismos acuáticos tanto en zonas de interior o espacios costeros dónde se implica una intervención en el proceso de cría para aumentar su producción.
Según la FAO, la cantidad de proteínas obtenidas de la pesca disminuye desde hace decenios, mientras lentamente la acuicultura marina gana terreno. Para comparar la evolución entre la pesca tradicional y las especies acuáticas que se cultivan actualmente en todo el mundo aportamos una gráfica de interés:
Esto sucede porque el hombre está transformando los océanos del mismo modo en que ha cambiado la tierra hace miles de años: se está pasando de cazador-recogedor a criador. La diferencia está en que la tierra firme es una fuente limitada de animales salvajes; mientras que el mar mantiene una cantidad constante de peces por lo que necesitados criar peces para subsanar la falta de alimentos provenientes del mar.
¿Dónde nació la acuicultura?
La práctica es antiquísima, los primeros acuicultores organizados habrían sido los chinos, 2.000 años a.C. La primera especie domesticada fue la carpa (Cyprinus carpio), como demuestra el tratado del 473 a.C., El cultivo clásico de los peces, del político chino Fan Li, convertido en criador. Los peces para criar eran capturados naturalmente y engordados en los estanques o lagos artificiales; no era una verdadera domesticación dado que la parte más difícil, la fecundación, se hacía naturalmente. Fue en 1733 que un criador alemán logró recoger huevos de trucha, los fertilizó y así comenzó un cultivo similar a las especies terrestres.
Con el tiempo y las necesidades de alimentar a la población se ha ido diversificando los cultivos donde las principales especies de peces y moluscos que se crían en acuicultura actualmente son; Mejillones, Salmón del Atlántico, Trucha arco iris, Ostión japonés, Dorada, Carpa común, Lubina, Almeja japonesa, Rodaballo, Pez gato. Mejor si vemos la gráfica:
Tipos de acuicultura
Actualmente los sistemas de cultivo de la acuicultura o también denominado acuacultura son diversos y se centran sobre agua de mar o sobre agua dulce. Y desde un cultivo directamente en instalaciones ubicadas en el propio medio (Siempre desde una perspectiva controlada) o bajo unas condiciones totalmente controladas fuera del medio tradicional. Aunque la tecnología está proporcionando constantemente nuevas formas de cultivo y técnicas los principales tipos de acuicultura son:
- Acuicultura de moluscos bivalvos
- Carpicultura
- Salmonicultura
- Acuicultura de especies tropicales de agua dulce
- Camaronicultura
- Acuicultura marina
- Cultivo de algas
- Cultivos auxiliares de acuicultura
Producción acuícola
La UE acaba de lanzar una infografía que nos revela diferentes datos de interés cómo puede ser la producción acuícola en la Unión Europea, el consumo o sus beneficios:
Ventajas de la acuicultura
Hay que tener claro que el objetivo de este tipo de cultivo es alimentar a la población mundial que cada vez es mayor y por lo tanto, la demanda de alimentos aumenta, siendo que los peces del mar no son capaces a regenerarse tan rápido como se pescan y consumen. Esta es la principal ventaja de la acuicultura para no deteriorar los ecosistemas marinos (Incluso que desaparezcan) y desequilibrar los hábitats del Mar. A partir de aquí, aporta otros beneficios como pueden ser:
- Se puede comprobar la trazabilidad del pescado producido y de dónde proviene con exactitud.
- Reduce la presión sobre la pesca de especies en peligro de extinción.
- Se mejora la alimentación de la población.
- Crea una nueva economía empresarial que en la mayoría de casos es local.
- Nuevos puestos de trabajo.
Desventajas de la acuicultura
Los peces criados en cautiverio son en su mayoría carnívoros y alimentados con harina de pescado. Con la acuicultura se producen peces predadores, los cuales necesitan alimentarse de peces que son sustraídos a los pescadores locales. Los especialistas trabajan en encontrar especies menos exigentes, como la tilapia (pez africano) que se nutre de materia vegetal, por lo que el impacto ecológico sería menor.
Otro inconveniente es el exceso de peces en un área reducida (40 kg de peces por metro cúbico), lo que ocasiona un descenso considerable de oxígeno en el agua; un consumo mayor de alimentos y la necesidad de utilizar antibióticos, ya que los peces se enferman cuando están demasiado cerca.
También existe el problema de la calidad de la carne: por ejemplo, los salmones de criadero tienen carne más grasa, menos compacta y con menos sabor que los criados naturalmente. Cuando el pescado se cocina, la grasa se disuelve, no «rinde» y, además, los niveles de ácidos grasos omega 3 en los peces de criadero son inferiores a los salvajes.
La contaminación que puede originar la acuicultura
Los criaderos de salmón en las costas escocesas y de Alaska contaminan genéticamente e infectan con parásitos las especies salvajes que migran junto a las jaulas. La acuicultura debe convertirse en una actividad sostenible. Con el Reglamento europeo 710 sobre acuicultura biológica se busca criar peces más sanos y con menor impacto ambiental. Si Europa pretende una acuicultura sostenible (menos peces, menos antibióticos, más calidad y peces más grandes) deberá recurrir a la tecnología.
La acuicultura ecológica
Las clásicas instalaciones en tierra o en los estanques costeros están siendo sustituidas por otras más alejadas de la costa para evitar la contaminación. En las plantas no tan cercanas a las costas los peces son alimentados desde un barco o transportados en jaulas circulares que se mueven por el océano con un motor, hasta lugares más propicios para la cría.
Hay otras jaulas que se fijan en el fondo del mar, en donde los peces son alimentados por tubos. Para recoger los peces o realizar la limpieza, la jaula se alza hasta la superficie, donde es capaz de flotar gracias a un cinturón de tubos con aire que la circundan. En el fondo de las jaulas o burbujas se introducen estructuras que contienen mejillones u otros moluscos, ya que hacen de filtro: limpian el agua eliminando los desechos de los peces.
Existen modernas jaulas dotadas de sensores infrarrojos que interrumpen la alimentación cuando perciben «bolitas» de alimento inutilizado que se depositan en el fondo.
Especialista en noticias y artículos de interés relacionados con el mundo marino y la náutica deportiva.