Menorca es la isla más al norte de las Baleares, situada al este de Castellón y al sur de Montpellier. En ella se encuentran muchos resquicios culturales, debido a la gran diversidad de pueblos que la conquistarón: romanos, árabes, piratas, turcos, franceses e ingleses entre otros. Fue declarada por la UNESCO reserva de la biosfera el 8 de octubre del 1993, gracias a sus características naturales. Geológicamente se divide en dos zonas:Zona norte o Tramontana, compuesta por salvajes acantilados de roca castigada por los elementos, de aquí la formación de sus hermosas cuevas. Zona sur o Es Migjorn, que por el contrario, esta salpicada de sus grandes playas de arena blanca, resguardadas de la tramontana.
En Menorca se puede disfrutar de un sin fin de actividades, entre ellas el apasionante mundo del buceo, que te ayudará a descubrir los fascinantes fondos del mediterraneo.
La costa norte de Menorca es una de las últimas zonas vírgenes del Mediterráneo. Con la finalidad de proteger estas aguas, en junio de 1999 se estableció por orden del Gobierno Balear la Reserva Marina del Norte de Menorca. La zona protegida comprende una gran área comprendida entre el Cap Gros y la Punta des Morter.
En esta agua podremos disfrutar con inmersiones en las que será posible contemplar numerosas especies que representan toda la biodiversidad de esta zona.
Los cerca de 50 lugares de buceo que hay en Menorca se hallan repartidos por toda la isla así que cada día se puede explorar algo diferente incluyendo la Reserva Marina del Norte de Menorca. La dificultad que entrañan depende del lugar, ya que los hay de fácil acceso, como también de dificultad máxima. Segun mi experiencia las mejores zonas a explorar son la zona norte de Ciudadela y sobre todo la zona de Fornells, siendo que las otras zonas no tienen nada que envidiar a estas.
La zona norte de Ciudadella es de abruptos acantilados de roca, sin apenas ninguna playa de arena, y las que hay son completamente inaccesibles por tierra. Todo el acantilado está horadado por infinidad de cuevas y grutas.
Para esta inmersión se puede entrar en el agua desde el mismo centro de buceo: basta bajar unas escaleras de piedra y estamos en un recodo de la cala con un metro de agua y fondo de arena y rocas, que nos permite terminar de equiparnos cómodamente e iniciar la inmersión prácticamente gateando, aunque lo normal es tirarse al agua desde las terrazas. Se sigue por el fondo de la cala hasta llegar a una pequeña concentración de posidonia en el punto más ancho de la cala. El camono de salida a mar abierto en dirección sur, proporciona un paseo en el que se pueden observar salpas, mojarras, obladas y un sin fin de pececillos de aguas someras: gobios, momas, pejeverdes, doncellas, etc. Cuando llegamos a la salida a mar abierto se pueden observar pulpos, escórporas, algún sargo valiente e incluso, en días de mucha suerte, algún mero pequeñito. Al llegar al final (a unos -9 m.) el acantilado se ensancha y aparece una caída a un fondo de arena a unos -20 m. Hacia el Oeste hay un desfiladero con dos paredes muy interesantes que siempre se deben recorrer, porque suelen esconder alguna morena.
Otra de las inmersiones puede ser la de la Roca del Indio donde con seguridad se pueden ver bancos de barracudas y desde luego no nos podemos perder la Cueva de Pont
d´en Gil, esta cueva tiene una profundidad de 300 m. esta casi toda ella sumergida, no tiene galerias y es suficiente ancha para el paso de dos o tres buceadores. Al entrar en la cueva, cuya profundidad máxima en la entrada es de -12 m., hay que vigilar la fauna que sale de ella asustada por nuestros focos y el alboroto de las burbujas. Sin duda aparecerán corvinas, brótolas y alguna morena que todavía esté de caza nocturna. Las paredes son de granito y uno se siente sobrecogido por la grandeza de la bóveda.
Y por ultimo vamos a La Gruta Azul. Esta inmersión está algo retirada de Cala en Forcat, hay que pasar por Pont d’en Gil, la Roca del Indio y recorrer buena parte del acantilado.Al llegar a la zona de buceo se fondea frente a un alto acantilado; el fondo aquí es de 30 m., pero cuando nos sumergimos nos dirigimos a la pared directamente.Al llegar allí encontramos unos bloques grandes de roca, que permiten que pasemos por debajo de ellos y nos vayamos acercando a la pared, que está horadada por la acción del agua. Al pasar por debajo de un bloque nos encontramos sin darnos cuenta dentro una bóveda espectacular que llega hasta la superficie y que hace un arco casi perfecto cuyo punto más alto casi sale del agua.La salida por debajo de las rocas nos permite explorar su interior, que suele contener corvinas, brótolas, y algún mero solitario
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