«Eivissa» es su nombre original. Además de ser la isla del hedonismo y de las noches interminables, es un idílico paraíso al más puro estilo mediterráneo. Hoy, Ibiza es uno de los destinos turísticos más populares. No obstante, ha sido declarada por la Unesco Reserva Natural y Patrimonio de la Humanidad.
Rodeada por las cristalinas aguas del Mediterráneo, la isla de Ibiza es un lugar ideal para el buceo. Los acantilados, peñones e islotes frente a la costa, no sólo nos ofrecen una vista espectacular, sino también más de 80 lugares diferentes para la inmersión adecuados para todos los niveles.
Cada inmersión tiene sus propias características, su propio atractivo, pero siempre es interesante y especial. Los acantilados, rocas e islotes frente a la costa, generalmente a poca distancia, y la visibilidad, siempre superior a los 20 metros, nos permite apreciar la vida marina con todo su colorido. Hay inmersiones en cuevas, fondos rocosos, arrecifes y fondos coralígeos, sobre las diversas grietas y oquedades, sobre las paredes de los acantilados submarinos, coloreados por esponjas, gorgonias, anémonas o algas encontramos morenas, congrios, langostas, pulpos o meros. Rodeándonos, en medio del azul limpio del mar, bancos de salpas, castañuelas, obladas, sargos, o grandes depredadores como barracudas, serviolas, dentones o doradas. Es completamente diferente, fascinante.
Existen dos zonas declaradas reservas naturales: El Parque Natural de Ses Salines, que comprender todo el sur de Ibiza y el norte de Formentera, y el Parque Natural de Cala d´Hort, localizado al noroeste de Ibiza.
Los perfiles de las inmersiones que se pueden realizar en Ibiza y Formentera cambian mucho dependiendo de la zona. Así, en las costas del sur-suroeste de Ibiza encontramos un brazo arenoso que une las dos islas y fondos poco profundos. Por el contrario, en el resto de la zona costera de Ibiza y al sur de Formentera están compuestos de acantilados y calas recortadas que caen muy rápidamente a fondos bastantes profundos.
En cuanto a las inmersiones, yo os recomendaría que no os perdais estas:
Isla de Margaritas (S. Antonio)
Si algo impresiona para siempre de estas islas es su increíble paisaje fuera y dentro del agua. El barco lo fondeamos a la entrada de un túnel, después descendemos a unos 8 m de profundidad, y entre grupos de barracudas, encontramos cuevas de todos los tamaños que nos ofrecen una infinita variedad de azules. Profundidad 15 – 45 mtrs.
Islote de Pallaret (S. Antonio)
Sin duda una de nuestras inmersiones favoritas. Aquí es posible admirar una de las mayores acumulaciones de peces: meros, dentones, barracudas, doradas, serviolas, castañuelas, salpas y también morenas, congrios, con una abundancia y un tamaño que nos permite imaginar cómo serían estos mares con un poco de protección.
Isla Conejera (S. Antonio)
Nos ofrece numerosas y diferentes inmersiones para todos los niveles. Cuenta con una abundante vida marina. También encontramos cuevas, y unos restos hundidos que nos vuelven 20 siglos atrás, con restos de ánforas. También nos ofrece paredes que llegan hasta los 40 m o más.
Islas Bledas (S. Antonio)
A unas 7 millas de la costa en dirección «oeste» encontramos este conjunto de islas e islotes. Su situación en mar abierto, alejada de la presencia humana nos permite encontrar una abundante vida que se complementa con fondos de gorgonia a partir de los 30 o 35 m de profundidad. Sin duda uno de los mayores espectáculos del Mediterráneo.
Es Vedrá (S. Antonio)
En el islote de Es Vedrá, hay una inmersión en pared que desciende hasta los 60 metros. En la cota de 40 metros disfrutamos buceando flotando en el intenso azul de estas aguas cristalinas recorriendo una pared poblada con grandes gorgonias rojas de intenso color rojo que contrastan fuertemente con el azul y el fondo de blanca arena. Inmersión recomendada para buceadores con experiencia. Es un lugar de mucha profundidad pero bellísima por su paisaje de gorgonias. Una inmersión espectacular que siempre se nos hará muy corta.
Bajo de Sa Bota (San Antonio)
Se trata de una enorme montaña submarina que nace desde los 60 metros de profundidad y muere a menos de un metro de la superficie. Se encuentra a una milla escasa de la cara norte del islote de Es Vedrá. Es sin duda una de las inmersiones más espectaculares de la isla. Este bajo adquiere su nombre debido a la forma de bota que presenta esta montaña. La embarcación fondea muy cerca de la cumbre de este monte y la inmersión consiste en bajar a la máxima profundidad deseada y luego ascender lentamente dando la vuelta al bajo -siempre a favor de la corriente que, en algunas ocasiones puede ser muy fuerte- hasta llegar hasta la parte más alta donde espera la embarcación. Las grietas de la pared son verdaderos muestrarios de fauna y flora marina donde abundan las gorgonias, langostas y morenas. Mientras disfrutamos de la enorme explosión de vida, en la que también se incluyen meros de considerable tamaño y bancos de serviolas y espetones, no hay que perder de vista el azul, ya que este lugar es un magnífico observatorio de especies pelágicas. Esta inmersión ofrece la posibilidad de bucear a cualquier profundidad, teniendo en cuenta que el fondo arenoso comienza a partir de los 60 metros.
FORMENTERA
Parte del mejor paisaje del Mediterráneo está allí, adornado por arrecifes de coral y praderas de posidonia oceánica. La visibilidad va de 15 a 50 metros y los puntos más atractivos son Punta Prima, Punta Pedrera, los acantilados de La Mola o bahía de Migjorn
La Mariana (Formentera)
También conocido como La Plataforma, a unos 500 metros al oeste del islote de s´Epardell, en Formentera, se encuentra una de las inmersiones estrellas de las Islas Pitiusas, este espectacular punto de inmersión consiste en una inmensa estructura metálica (que en su momento fue una piscifactoría) que descansa en perpendicular sobre el fondo, rodeada siempre por un banco de pacíficas barracudas, seriolas de gran tamaño y cortinas de castañulas. La Plataforma se ha convertido en un arrecife artificial en torno al cual se ha originado un hábitat que ha impuesto sus propias reglas de supervivencia, Lo recomendable es sumergirnos directamente en la cota más baja, donde, entre el desorden de los restos y hierros, se pueden observar grandes congrios, langostas, morenas y espectaculares escórporas mimetizadas con el caótico entorno. Mientras se sube lentamente podemos recrearnos con los bancos de sargos y, sobre todo, con los innumerables espetones que nadan indiferentes entre las columnas de la Plataforma, entre los 15 y 25 metros. . Cada hueco oculta una sorpresa. El inconveniente es que esta inmersión sólo es apta para buceadores experimentados.
El Arco (Formentera)
La particularidad de esta inmersión es la cantidad de fauna y vida que albergan estas cristalinas aguas de Formentera que la hacen uno de los paraísos para la fotografía submarina. Su profundidad es de unos 20 m.y podremos encontrar pulpos, peces arañas, meros, corvallos, anémonas, nudibranquios, pequeños crustáceos, etc… que conviven con numerosas especies. Durante la inmersión atravesaremos varios arcos de piedra sumergidos que dan el nombre al punto de buceo y es muy atractiva para aficionados al vídeo y fotografía submarina. Esta recomendada para aquellos que llevan tiempo sin bucear o que buscan realizar una inmersión cómoda y tranquila desconectando una poco del control de la inmersión.
Las Cuevas de Punta Rasa. (Formentera)
Este es un recorrido por dos cuevas muy grandes con burbuja de aire en el interior. Son dos cuevas amplias sin galerías estrechas por lo que no encierran ningún peligro siendo aptas para nivel de iniciación. En esta inmersion disfrutaremos de un paisaje de bellísimos contraluces desde el interior hacia el exterior de la cueva, ascenderemos a sorprendentes lagunas interiores en las que incluso es posible quitarse el equipo y explorar. En estas cámaras de aire nos cautivará el silencio y la paz de su interior y las luces y reflejos de verde azulados sobre las rocas pulidas por la acción del oleaje.
Una fina arena blanca cubre los alrededores y en el interior de estas cuevas residen varias especies de pequeños crustáceos. La característica más relevante de esta inmersión son las formaciones rocosas de espectacular belleza y la riqueza de estos fondos en los que podremos avistar pulpos, morenas y abundantes meros.
Punta Prima. (Formentera)
. Es una de las inmersiones más verticales que pueden realizarse en Formentera. En este lugar la pared se precipita directamente desde la superficie hasta los 25-28 metros de profunidad. Al pie de la pared hay muchos bloques desprendidos del acantilado con rocas Realizamos un recorrido a max. pofundidad entre los bloques y regresamos por la pared acantilada disminuyendo profundidad. La zona más profunda es un auténtico laberinto de grietas y agujeros donde viven congrios, grandes meros, morenas, salmonetes, langosta, incluso caballitos de mar para los más observadores. Junto a la pared empieza una llanura arenosa donde es fácil observar roncadores y rayas.
Llosa de Santa Eulària.( Ibiza)
Frente a punta Arabí emerge la conocida como Illa de Santa Eulària y, un kilómetro más al sureste, se encuentra uno de los puntos de inmersión más conocidos de esta zona de Ibiza: La LLosa de Santa Eulària. Este punto es muy fácil de localizar, gracias a la colocación de una baliza que emerge desde los cuatro metros. Toda la llosa, tanto por el este como por el sur, se precipita al fondo mediante suaves pendientes, a veces, y verticales escalones que forman un perfil de distintas plataformas que permiten el buceo a diferentes cotas de profundidad, dependiendo de los gustos o preferencias de los buceadores. Las paredes rocosas son como estanterías de un supermercado, en donde se pueden encontrar nacras, morenas y confiadas brótolas. Fuera de las paredes, envueltos en las limpias y azules aguas se mueven los nerviosos cardúmenes de espetones, sargos y salpas.
Cueva de la luz y Columnas de Hércules.
Los acantilados de Cala Albarca, al noreste de Ibiza, esconden en su interior un verdadero tesoro natural, dos impresionantes cuevas submarinas esculpidas caprichosamente por la naturaleza, son las Columnas de Hércules y la Cueva de la Luz. En realidad son dos inmersiones bien diferenciadas pero, debido a la proximidad entre ambas si se gestiona bien el consumo de aire se puede visitar las dos cuevas en la misma inmersión. Lo recomendable es visitar en primer lugar la Cueva de la Luz, que es la que está más profunda. Su entrada se abre entre los 13 y los 18 metros en una pared lisa y completamente vertical.
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