Las Rías Baixas es el centro turístico de Galicia, destaca por su gastronomía, excelentes marisco, pescados y vinos como el Albariño. A lo largo de la Ría de Arousa hasta Sanxenxo se pueden encontrar dieciséis puertos, lo que la convierte en el lugar ideal para la práctica de cualquier deporte que tenga el mar como base: Vela, Pesca, Buceo, etc. Miles de personas eligen cada año estos parajes para disfrutar de los deportes relacionados con el mar y disfrutar de la aventura y del viento.
Siguiendo con nuestro anterior post, comenzaremos por la Ria de Pontevedra, sus inmersiones se concentran en la entrada de la ria y en la Isla de Ons situada a pocas millas de la entrada.
La Playa de Lagos es ideal para principiantes, a doce metros de profundidad podemos encontrar bancos de sargos, sepias, pulpos y algun que otro congrio. Es una plataforma rocosa donde se esconden variedad de peces con posibilidad de hacer espectaculares fotos.
Playa de Acoradoiro, son paredes verticales que bajan de diez a veinte metros, con grandes pulpos escondidos en las paredes y mucha vida marina.
Punta Centoleira, se ha de fondear en suelo de arena a unos cincuenta metros de las enormes paredes. Podemos ver congrios y fanecas que se esconden en los agugeros de las rocas.
Una de las mejores inmersiones de la ria de Pontevedra es A Fenda; es un pasillo formado por las piedras desprendidas del acantilado y la costa. Sus paredes estan cubiertas de percebes y es frecuente ver sargos y lubinas.
El Faro de Morrazan, es un viejo faro hundido que conserva parte de su estructura, apoyado en un fondo de piedra y custodiado por un gran congrio.
Las aguas aledañas a la isla de Ons no solo son un paraíso para la fauna y flora submarina, sino que también albergan abundantes secretos. Uno de los últimos en ser desvelados es el relativo a la aparición de una nueva especie de esponja.
La isla de Ons pertenece al Parque Nacional de las Islas Atlánticas. Para bucear en la isla hay que pedir permiso, lo mismo para navegar por las aguas de la isla. Que no os tomen el pelo, pedir los permisos es gratuito y sólo hay que cubrir un papel. Por ser un espacio protegido, hay una serie de normas, echadles un vistazo antes de haceros a la mar.
Ria de Arousa
La ría de Arousa es la más grande de las rías de Galicia. Limita al norte por la Sierra del Barbanza, una cadena de montañas culmina a 650 metros.
Esta Ria, en linea recta a la isla de Arousa, en la que los amantes del buceo puede deleitarse de sus paisajes submarinos, los más impresionantes de toda la costa gallega. Tiene grandes bancos de bivalvos, en la parte de abajo del puerto de Ribeira. Su superficie abarca 230 km2, es relativamente profunda al menos en su canal central, unos 40 m. con un «pozo » de 69 m. Se trata aguas extremadamente ricas, hay innumerables granjas de mejillones y gran variedad de fauna marina, esponjas, abanicos de mar y el martín pescador, tambien proliferan crustáceos equinodermos y tunicados. Desde los 12 m., campos de plumas de mar revisen los fondos de arena y las rocas están cubiertas de pepinos de mar.
La impresionante y enorme ría de Arousa nos permite siempre bucear sean cuales sean las condiciones metereológicas presentes, dada que su gran extensión y sus aguas protegidas al Atlántico nos ofrecen la posibilidad de buscar un lugar resguardado donde realizar nuestro querido deporte, contando con la comodidad de una embarcación que nos hará cómoda el desplazarnos hasta la zona de la inmersión.
Isla de Rua, surge de un fondo de 20-30 metros de profundidad, dando la impresión de estar formada por enormes rocas graníticas con sugerentes formas amontonadas unas sobre otras, lo cual conforma un fondo marino lleno de cuevas, pasadizos, grietas y figuras, que dan cobijo a una gran diversidad de flora y fauna. En ella cabe la posibilidad de hacer tres inmersiones:
La Barra de Rua, en esta zona deberemos tener cuidado con las corrientes, cuya dirección e intensidad son totalmente predecibles en función de las mareas. En esta inmersión podremos contemplar crustáceos (nécoras y centollos), congrios, fanecas, pero sobre todo nos llamará la atención los cefalópodos (pulpos y sepias) por su mimética adaptación al medio y sus cambios de color.
Las Cuevas de Rua, desde superficie hasta el fondo se suceden enormes moles graníticas amontonadas en una suave pendiente, que dan lugar a multitud de pequeñas cuevas y grietas, donde quedaremos sorprendidos por sus maravillosos contraluces. El colorido de las piedras, recubiertas de esponjas, actinias, algas y pequeños cnidarios antozoos, así como la vida que esconden entre ellas, harán de esta inmersión una de las mejores a realizar en el interior de la ría de Arosa.
El Dolmen de Rua, en esta parte de la isla hay enormes rocas con diferentes formas, entre ellas destaca una enorme losa granítica apoyada sobre tres rocas que nos recuerda a un enorme monumento megalítico (Dolmen). También podremos contemplar unas enormes estrellas de mar conocidas como «Estrella de Honduras» (Luidia ciliaris) que poseen siete brazos, pudiendo alcanzar unas dimensiones de 60 centímetros de diámetro.
As Catedrais:
El bajo «As Catedrais» se extiende por una amplísima zona y está compuesto por enormes peñascos graníticos que sobresaliendo de un fondo de aproximadamente 24 metros se aproximan a 4 metros de superficie, en algunos puntos como verdaderas agujas. En esta inmersión podremos disfrutar de una impresionante vida animal con pintos, maragotas, abadejos, congrios, doncellas, etc. sin menospreciar a los crustáceos: nécora, centolla y bogavante. En los fondos arenosos que rodean los bajos abundan las zanahorias de mar, preciosas colonias de antozoos que dan vida a la misma arena.
El bajo «O Glaciar» está compuesto por enormes peñascos graníticos que sobresalen de un fondo arenoso a 27 metros de profundidad aproximándose a 18 metros de superficie con formas redondeadas. Su nombre se debe a las enormes moles graníticas moldeadas, a las grandes piedras colocadas en su parte alta que conforman idílicos pasadizos, o a piedras perfectamente cortadas que solo han podido moldearse por los efectos de un glaciar. La composición y forma del bajo propician la existencia de pequeñas cuevas y multitud de recovecos que favorecen el resguardo de peces y otros animales.
Pecio Alejandro III
Este pecio corresponde a un buque carbonero español, «Alejandro III», de unos 60 metros de eslora, cuya construcción se remonta a finales del siglo XIX, que se hundió en 1961 cuando, tras embarrancar en la isla de Sálvora, era llevado a varar a una playa cercana. Este pecio tiene gran dificultad la cual solo podemos recomendar a buceadores muy «Avanzados».
Ria de Muros
El bajo de «As Rouxas», este bajo nace en una gran roca madre que se levanta poco a poco entre una mezcla de grandes y pequeñas cuevas desde un fondo de los 20 m. hasta los 6 m. en los que está la cima. Es muy amplio y no nos llegaría una inmersión para conocerlo. La temperatura del agua es de mas o menos 12º C y la visibilidad es bastante buena.
En este bajo hay unas gorgonias impresionantes, las centollas hacen una alfombra en el fondo y hay pintarrojas, congrios y la fauna y flora marina es digna de verse.
Gastronomia:
Las montañas y zonas del interior de las Rias Baixas ofrecen al viajero diferentes lugares donde se sirven espléndidos manjares protagonizados por las carnes. En estos establecimientos, que abarcan desde sencillas casas de comidas hasta modernos restaurantes, se ofrecen carnes de magnífica calidad que se elaboran con recetas transmitidas de generación en generación.
La carne de cerdo y ternera se mezcla y prepara en platos tan suculentos como el cocido gallego. Así, podemos degustar el cocido gallego que tan bien elaboran en Lalin, con carne de ternera y de cerdo, el lacón con grelos, la carne preparada en richada de Forcarei, los pinchos morunos, el churrasco o la parrilla en verano.
Pero además, el interior de las Rias Baixas, surcado por múltiples ríos y riachuelos permite que el visitante deguste una variada oferta gastronómica:lampreas, angulas o truchas son algunos de los productos de río. Sin duda alguna las angulas y lampreas son los ejemplares más singulares que suelen encontrarse en la desembocadura del Río Miño. Las angulas se toman en aceite con ajo o en revueltos. Las lampreas son especies con aspecto entre anguila y serpiente marina que en pocos lugares de Europa sobrevive. En las Rias Baixas encuentra su hábitat en Ríos como el Ulla o el Miño y las formas más populares de degustación son a la bordelesa, en empanada, rellena o rebozada.
Nuestro próximo post lo dedicaremos a las Rias Altas o Costa da Morte.
Espero que nuestra exposicion haya sido de de vuestro agrado y os remitimos a nuestros anteriores “post”.
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